Caminando juntos en direcciones opuestas (2)

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Ahora que había empezado a escuchar a mi corazón, mis ojos veían todo de forma muy distinta. ¿Mi hermano, al que tanto admiraba, había siempre tenido una mente tan cerrada?. Sentía impotencia de no poder expresar con palabras lo que sentía, para hacerle reaccionar y abrir sus ojos como se habían abierto los míos.

–Sé que no entenderás –le dije–, pero yo realmente amo a Gabriela. Soy feliz con solo estar a su lado. Estoy haciendo lo que dicta mi corazón. Sé que Dios no está en contra de eso.

–Pues lo mismo hicieron Salomón y Sansón al cometer los peores errores de sus vidas. Salomón, siendo el hombre más sabio sobre la tierra, decidió hacer a un lado la sabiduría que había recibido de Dios para seguir lo que su corazón dictaba al enamorarse de mujeres idólatras. Como resultado, terminó desviando a todo el pueblo por el camino de la idolatría. Y Sansón, por su parte, vendió el pacto que Dios había hecho con él por el amor de una mujer filistea, confiando en que Dios no se lo tomaría en cuenta y, aunque Dios tuvo misericordia de él y le devolvió las fuerzas, murió siendo humillado por sus enemigos.

»Nuestro corazón son nuestros deseos y nuestras emociones que nos acompañan en cada paso que damos y, aunque hacen más colorida e intensa nuestra travesía por la vida, no siempre nos impulsan a hacer lo que es correcto. ¿O qué crees que dicta mi corazón cuando papá me prohíbe algo y pienso que está equivocado?... ¿Obedécelo porque es tu padre? ¿Escúchalo porque tiene más experiencia que tú?... No. En lugar de eso me dice: “¿Quién se cree este viejo para decirte que hacer? Es un anticuado y por eso no te entiende”. ¿O qué cuando alguien me da una bofetada?... ¿Pon la otra mejilla?... Claro que no. “¡Rómpele la cara a ese imbécil!”, me dice. 

»Dice en Jeremías 16:12: “Y ustedes han hecho peor que sus padres; porque he aquí que ustedes caminan cada uno tras la imaginación de su malvado corazón, no oyéndome a mí”. Y en Jeremías 17:9-10: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón (...)”. Seguir a tu corazón corriendo tras un amor prohibido e ignorando todo tipo de reglas y opiniones es algo que solo termina bien en las películas. Los sentimientos pueden engañarnos muchas veces y hacernos creer cosas que en realidad no son ciertas. Solo confiando en Dios, en oración y analizando a la luz de su Palabra cada uno de nuestros pasos es como podemos encontrar el mejor camino.
Él tiene preparada para ti a la persona con la que pasarás el resto de tu vida. Solo tienes que ser paciente y entregarte por completo a su voluntad. Tal vez las cosas se vean muy bien en este momento, pero solo en Dios existen los finales felices –culminó.

No tenía más que decir. Sin embargo no demostré ni siquiera un pequeño indicio de haber cambiado de opinión. No cometería el mismo error que cuando casi me dejaba convencer por Sara. Al final, toda su palabrería había resultado ser el más puro acto de hipocresía.

–Puedes decir lo que quieras, de todos modos no necesito tu aprobación –contesté.

Salí con ímpetu de la habitación, sin darle tiempo a Álex de decir nada más.

Pasé un momento en casa de Kevin con el fin de otorgarle algo de verdad a mi excusa. Luego fui a casa de Gabriela. Cuando llegué, su hermana menor se encontraba jugando fuera de la casa con otras niñas de su edad. Me indicó que encontraría a Gabriela en la sala.

Atravesé el pórtico y me paré bajo el umbral. Gabriela estaba recostada en el sofá navegando en internet con su teléfono. Al ver lo concentrada que estaba con su teléfono, toqué el marco de la puerta para anunciar mi presencia.

–¡Will! –exclamó al verme.

Corrió a mí encuentro con sus pies descalzos sobre el suelo reluciente, se lanzó sobre mí y me abrazó con fuerza. Luego de separarnos, Gabriela tomó mi mano y me llevó hacia el sofá. Me senté en un extremo. Ella se recostó nuevamente sobre el sofá, apoyando la cabeza sobre mis piernas, y continuó viendo su celular.

Lo que dicta el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora