Capitulo 3: Que comiencen los juegos de retos...

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Voy a tragar 15 chupitos. Voy a tragar 15 cupitos. Voy a tragar 15 chupitos.

Hace 25 minutos que me estoy repitiendo la misma frase, pero me estoy dando cuenta de otra cosa. Cuando termine con los vasos de chupitos-si lo logro-voy a terminar borracha. Y si termino borracha, no voy a ser conciente de lo que haga o diga. Mierda.

¿Qué voy a hacer?

¿Qué voy a hacer?

¿Qué voy a hacer?

Mientras me repito la frase en mi cabeza, suenan unos golpeteos en la puerta.

-Amelíe, ya tengo las cosas-me entra el panico y me desespero. Luego de unos segundos, la puerta vuelve a sonar con más fuerza. Giro mi cabeza y veo mi armario. Una idea se cruza por mi cabeza. Paso por arirba de la cama, a lo ninja, y me tiro en él. No veo nada de nada.

-¿Amelie?- logro escuchar como se abre la puerta y mis musculos se tensan. Siempre en presencia de Julian. Malditos músculos. ¿qué hago si me encuentra?¡¿Por qué eres tan estupida Amelíe?! Para disimular que soy una persona y no ropa, tomo un par de las camperas donde estaba sentada hace unos minutos y me cubro con ellas. Siento que mi pie no esta cubierto, pero, como no volvió la luz, no creo que se note. Se oye el sonido de la puerta del baño y como Julian corre las cortinas. Luego, no se escucha nada. Veo una rendija de luz más fuerte que la anterior, eso significa que volvió la luz, por lo tanto, cuando Zanclett abra la puerta del armario, la luz que esta dentro del ropero se prendera y él verá mi pie. Se vuelven a escuchar los pasos. Están más cercas. Agarro la capucha de una de mis camperas y me tapo la cabeza. Cierro los ojos. Modo tortuga-ON.

Escucho el ruido que hace la puerta del armario cuando se abre.

-¿Amelie?-pregunta con incredulidad.

-No se encuentra en este momento, pero puede dejarle un mensaje despues del tono. Piii- Julian suelta una sonora carcajada y yo saco la capucha de mi cabeza. Está totalmente rojo y tentado. Comienzo a reír con él.

-¿Qué haces ahí boba?

-Em...¿busco mi campera?

-¿Segura? No pareces muy convencida. Yo creo que te escondías para no cumplir con el reto. -Pfff...¿Cómo crees?- la voz me salió muy aguda, El idiota que tengo frente a mí alza las cejas.

-Okay, como quieras. Sal del armario, chica normal, asi empezamos- Vamos Amelíe, piensa algo.

-¿Qué hora es?-pregunto inocentemente.

-Son las nueve y algo...- y justo en ese momento, suena el timbre que anuncia la hora de la cena. Es raro que suene tan tarde.

-¿Por qué sonó tan tarde?

-¿Me ves cara de director o qué?

-Eres insoportable-digo a regañadientes.

-Y tú una niñita infantil.

-Dices eso porque te quedaste con ganas de que te bese.

-No.

-Si.

-¡Que no!-rodeo los ojos.

-Bien. No me gusta pelear con alguien cuando sé que tengo razón, además, muero de hambre. Su turno de rodar los ojos.

-Tengo un presentimiento de que eres un monstruo comelón a la hora de la cena. Mucho más si se atrasa-sonrío con malicia.

-Tus presentimientos con ciertos.

-Dime...¿cuál es tu color favorito?- alzo las cejas.

Horrible coincidencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora