Capitulo 6: Último reto.

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Luego de la “dramática” salida de Julián comenzamos a buscar a Grace por todos los camarines.

La verdad es que sí, son aterradores.

Franck juro ver unos ojos rojos en la oscuridad.

Yo le había contestado que no exagere.

-Bien, te toca este.

En el pasillo hay cinco camerinos.

Vamos por el cuarto.

Abro la puerta con cuidado y…

El grito que pego creo que se escucha hasta China. Y no es que yo sea de exagerar las cosas.

-¿Qué sucede? ¿Un  monstruo? ¿Un asesino? ¿Snow? ¿Voldemort?

Niego con la cabeza.

-Peor. Una araña, y de las peludas.

-¿Una araña peluda es peor que Snow o Voldemort? Y después yo soy el exagerado.

Franck extiende el brazo y cierra la puerta. Nos acercamos a la ultima.

Él se acerca y la abre. En la esquina hay un bulto que se sacude como si llorara.

Franck sale corriendo en dirección a Grace y se tira sobre ella.

 -Me has tenido preocupado ¿Cómo se te ocurre salir corriendo así? ¡La próxima vez que quieras salir corriendo, avísame! Así podré encerrarte en una habitación bajo siete llaves, custodiada por un cocodrilo y dos leones, y, por ultimo, tendrás que pasar sobre mi cadáver. Ah, y otra cosa, la próxima vez ¡No elijas estos escalofriantes camerinos!

Franck comienza a tocarle el pelo a Grace y para en seco.

-Ame…lie ¿Puedes prender la luz?

Me extraño.

-No creo que…

-¡Solo trata de prender la maldita luz!

Extiendo el brazo con cuidadadito, tal vez un pariente de la araña de la otra habitación ande por aquí. Y…milagrosamente prendo la luz sin tocar nada arañoso o peludo

Lo que veo me deja estupefacta, literalmente.

Franck no esta abrazando a la Grace que conozco. Es un viejo gordo, pelado y feo.

Solo tengo dos teorías.

Una, que a Grace se la llevaron los zombies, y la otra es que Franck se haya apresurado y no se fijo a quien abrazaba.

Suponiendo la inteligencia de Franck, la segunda es la correcta.

El rubio ser pone totalmente rojo, como las uñas de Aylen, y comienza a balbucear.

-Em…yo…uh…usted, em… se notaba que necesitaba amor.

Me golpeo la frente con la mano.

El conserje se levanta y logro ver un trapo con el que fregaba el piso.

-Bueno, Amelìe, nos vamos.

Se acerca a mí y me arrastra hasta la puerta.

-¿Un poco de amor?

-¿Qué? ¡El pobre hombre estaba muy solo!

Ruedo los ojos y comienzo a caminar, pero piso algo más blando que el suelo. Pego un salto y me cuelgo de… ¿alguien?

Solo estamos Franck y yo en el pasillo, y no puedo estar colgada de él porque mientras yo saltaba él gritó con una voz súper aguda:

-¡AY NENA!

Horrible coincidencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora