Capitulo 35: Recordar el pasado.

433 22 2
                                    

-¡Amelie!-llama Franck.

-Creo que no esta aquí.-Le comenta Tiara.

Cierro los ojos fuertemente.

-¡Amelie!-gritan ambos.

Suelto un sollozo y me achico más.

Rápidamente la imagen de ambos aparece en mi cabeza. Tiara esta totalmente seria, y Franck tiene un vacío en sus ojos.

-Es tu culpa.-Me susurran ambos fríamente.

-¡No!

Abro los ojos y miro la penumbra. Las lágrimas me empañan los ojos. Lloro en silencio.

Estoy en uno de los camerinos donde se había escondido Grace una vez.

Grace...Todo volvió a ser como antes. Grace y yo. No hay ningún chico engreído con una sonrisa hacia el costado llamado Julian, no hay una princesa corriendo por los pasillos llamada Tiara, no hay un chico rubio haciendo chistes, no hay un Romeo llamado Christian.

Somos Grace y yo, como en el principio.

Me sorprende lo rápido que pueden cambiar las cosas. Parece ayer cuando entré al insituto, cuando conocí a mi mejor amiga, cuando conocí a mi ex novio junto con su mejor amigo y cuando conocí a la niña mas encantadora del mundo.

Decir que me hacen falta es poco.

Me tiro al suelo y comienzo a golpearlo con mis puños.

Siento impotencia.

-¡¿Por qué?!

Nunca los volveré a ver.

-¡¿Por qué ellos?!

Nunca escucharé sus risas.

-¡¿Por qué Franck y Tiari?!-golpeo mas el suelo y mis manos comienzan a dolerme. Pero es nada comparado a mi dolor emocional.

Grito fuertemente mientras sigo golpeando.

Una luz entra en el cuarto y me deja cegada unos segundos. Grace entra y me levanta.

-¡Es mi culpa maldita sea!-Ella me abraza fuertemente. Cierro los ojos ya que tenerlos hinchados hace que sean mas pesados.

-Ya Amli...-lloro mas fuerte-Ya...-Acaricia mi espalda suavemente.

Desde estos días oscuros, ella se ha convertido en una madre para mi. No sale más a fiestas, me trae la comida, la tarea, me abraza cada noche mientras lloro, y se queda hasta tarda conmigo hasta que me duermo.

Una vez más, Grace me demostró lo fuerte que puede llegar a ser.

-Amelie por favor, deja de llorar-me pide con la voz quebrada.

Sin embargo no puedo. No puedo callar este sentimiento, no puedo ocultarlo. Dos muertes seguidas de dos personas importantes.

Definitivamente no puedo parar de llorar.

En silencio, me toma de la mano y me saca fuera del camerino.

-Mierda, estas sangrando.

Miro mis manos. Esta en lo cierto. Mi mano izquierda esta sangrando. Si ni me lo hubiera dicho, no lo hubiera notado.

Pasamos todo el pasillo oscuro que una vez había atravesado con Julian y Franck. Ese tipo de recuerdos son los que me atormentan. Las comparaciones notorias. Como en ese momento éramos todos felices, y como ahora estamos destruidos.

Recuerdos que siempre quedaran en mi memoria...y en la de Julian.

Salimos de los camerinos y aparecemos en el gimnasio.

Horrible coincidencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora