Perderme fue la mejor forma de encontrarte. [Albalia]

Benditas costumbres.

15/03/2019

POV ALBA

– Nat, ¿lo llevas todo segura? – le pregunté mientras hacia la cena y ella terminaba de vestirse en la habitación para ir a tocar al local.

– Me lo has preguntado cinco veces en menos de dos horas. – dijo riéndose mientras salía de la habitación abrochandose la chaqueta, levantó la mirada de los botones y me miró mientras se acercaba a mi sonriendo. – Si, lo llevo todo baby. – me dijo llegando a donde estaba y dejó un beso en mis labios.

– Me gusta tanto como te quedan los trajes... – le dije mirándola de arriba abajo y mordiendo mi labio inferior inconscientemente. Desde nuestra primera vez, no habíamos llegado a volver a hacerlo y la verdad es que a veces se notaba. Escuché su risa y salí de mis pensamientos mirándola un poco avergonzada notando como mis mejillas se tornaban rojizas.

– Alba, Alba... – dijo ella y suspiró, sabía que no era el momento.
Sonreí y dejé un beso corto en sus labios, girandome después para terminar de hacer los macarrones. Vi como iba a por los platos y cuando volvía se quedó parada.

– Espera, espera. – dijo entrecerrando los ojos y oliendo. – ¿Queso? – preguntó y sonreí.

– Ya me he tomado la pastilla. – le dije sonriendo y volviendo a mirar a los macarrones para sacarlos.

– Alba Reche, intolerante a la lactosa cuando quiere. – dijo elevando la voz como si estuviese informando a alguien mientras se acercaba y dejaba los platos a mi lado y yo le di un golpe en el brazo.

– Que es solo un poquito, jo. – dije haciendo un puchero y ella sonrió y me abrazó desde atrás.

– Que es broma Albi. – me dijo apretándome entre sus brazos y dándome un beso en la mejilla. – Oye, ¿a qué hora pasaban a por tí? – preguntó mientras me soltaba y empezaba a poner la mesa.

– Pues la Mari me ha dicho que sobre las diez o diez y cuarto estaría esperándome abajo. – dije empezando a echar los macarrones en los platos.

– ¿Y Miki ha dicho algo? Es que no he mirado el grupo. – sonreí porque me hacía gracia lo poco que usaba el móvil en comparación al resto.

– Ha dicho que te dijese que cuando acabes lo llames y pasa a por tí, así le da tiempo a él a prepararse su maleta. – le dije cogiendo los platos y llevándolos a la mesa donde ella ya se estaba sentando.

– ¿Quienes van al final? – me preguntó mientras me pasaba una servilleta y le sonreí a modo de agradecimiento.

– Todas excepto Joan que no puede por trabajo. – le dije y ella hizo un puchero.

– Jope. – dijo un poco triste. – Espero que para la próxima pueda. – dijo y asentí mientras me llevaba el tenedor cargado de macarrones a la boca. Me gustaba tanto que Joan y ella no hubiesen tenido ningún problema desde el principio, me gustaba verificar por cosas así lo buenas personas que eran, todas.

– ¿A qué hora terminas tú más o menos? – le pregunté tapandome la boca con una mano y vi como ella tragaba para hablar.

– Pues tocan dos antes que yo, así que para las once o así. – me explicó mientras pinchaba más macarrones. Hoy la veía más guapa que de costumbre. Se llevó los macarrones a la boca y se manchó un poco debajo de los labios provocando que me riera. – ¿Qué pasa? – me preguntó con el ceño fruncido.

– Que te has manchado. – le dije sonriendo y cogiendo una servilleta para limpiarle. Me acerqué y le limpié, cuando iba a separarme se acercó y me robó un beso separándose sonriendo como una niña pequeña que acababa de hacer una travesura. Sonreí y negué con la cabeza.