Crónicas de un Triste Cumpleaños [Go Toubun no Hanayome] (Pausado)

Abril 8

Todo transcurre un día después que las quintillizas Nakano, cuya iniciativa fue ideada por Miku Nakano, comenzaron a planear el cumpleaños de su tutor-compañero Futaro Uesugi.

En horas de la madrugada, Futaro estaba experimentando unas imágenes que le molestaban en su dormir. Eran imágenes que le producían melancolía y tristeza. Al final salía una imagen desgarradora de un Futaro de temprana edad, de 10 años aproximadamente, llorando en el féretro de alguien; de repente, se despierta y va de prisa al baño a lavarse la cara para tranquilizarse de la pesadilla experimentada. - Así que ya llegamos a esto de nuevo, eh. - dijo Futaro pensativo y preocupado.

A la mañana siguiente, el tutor se levantó desganado y su padre lo ha notado. El padre, al percatarse de lo que pasa con su hijo, le pregunta: - ¿Oye, estás bien? -

Futaro le responde - Sí, viejo, sólo es que... - Te refieres al aniversario de muerte de tu mamá? - Dijo su padre al interrumpirlo.

- Tanto tu hermana como yo extrañamos mucho a tu mamá, lo malo es que murió justo en la fecha de tu cumpleaños. - Raiha, que escuchaba la conversación de su padre con su hermano, se acerca y le abraza a su hermano para animarlo, a pesar que es una fecha de doble filo para el tutor de las quintillizas.

- Hermanito, yo también extraño a mamá, no quiero que guardes este dolor cada vez que cumples años. Me parte el alma verte así días antes de tu fecha - dijo Raiha que sacaba unas lágrimas.

- Raiha, viejo, no se preocupen por mí. Trataré de salir adelante, no importa cuánto sufra cada vez que cumplo de edad - dijo Futaro.

-Futaro, es mejor que le cuentes a alguien más lo que sientes. Pensaba en Itsuki-san... - decía su padre antes que lo interrumpiera Futaro

- Viejo, tanto ella como sus hermanas ahora mismo estarán involucradas en los exámenes de simulacro nacional como yo. - Bueno, yo solo decía, pero no era para que te exaltes. - dijo su padre.

- Viejo, ya sabes que eso me pasa cada año antes de mi fecha. - contestaba Futaro a su padre.

- Escucha, tu eres mi hijo y mi deber como padre es preocuparme por el bienestar tuyo y de Raiha. Es mejor que cuentes tu problema con alguien de confianza, con solo contárnoslos no es suficiente. - decía Isanari preocupado por su hijo tutor quien comía solo un triángulo de onigiri y una leche de cartón pequeño.

- Me voy, se me hace tarde al colegio. - decía Futaro para evitar una discusión con su padre.

Futaro va al colegio leyendo los apuntes que él carga siempre, pero en modo encendido tratando de acumular la mayor cantidad de conocimiento para los exámenes de simulacro nacional. Pero lejos de obtener conocimiento, la actitud de Futaro era diferente, como si fuera ese frio estudiante antes de haber conocido a las quintillizas. Ya en el salón 3-1, Futaro seguía estudiando antes de iniciar las clases cuando se le acercan las quintillizas a saludarle. - BUENOS DÍAS - dijeron las chicas alegremente al unísono a su tutor.