« Dame un abrazo y se me pasa»
Valentín.
- ¡Justina arriba! - grito mientras veo bajar a Sofía.
- Buenos días amor - saluda cálidamente, me acaricia la mejilla y deja un beso en mis labios - ¿Café?
Asiento esperando a que nuestra hija baje pero no está ni la presencia de esta.
- Anoche se acostó re tarde, vas a tener que subir - comenta mi esposa mientras prepara el desayuno para todos.
- Vamos a tener que sacarle un poco el celular, tiene trece años recién - digo subiendo las escaleras.
Cuando llegó a la puerta de Justina, ella sale con el uniforme puesto y la mochila colgada.
- ¡Buenos días! - saluda sonriendo.
- Buenos días hija, anda que mamá está preparando el desayuno - ella asiente para antes de bajar abrazarme.
Sonrió y la veo irse.
Miro la foto de ella cuando recién tenía tres años y la nostalgia se adueñó de mi.
El tiempo se pasaba rápido.
Bajo y desayunamos todos juntos.
- No te puede llevar ninguno hoy Justi - avisa Sofi mientras me señala las tazas, asiento entendiendo que las tenía que lavar - a la vuelta también tenés que volverte sola, decile a lore o cele si no te pueden acompañar un pedazo.
Nuestra hija lo que menos hizo fue darle bola.
- ¡Justina presta atención o te saco el celular! - la reto y ella bufa para mirarnos.
- Si ma, le digo a lore que me acompañe - guarda su celular en el bolsillo y nos sonríe - me voy así no llego tarde.
Nos da un beso a cada uno y agarra un paquete de oreo de la alacena.
- ¡Los amo! - grita antes de sentir el portazo.
Termino de lavar las tazas y abrazo a Sofía mientras ella sonríe.
- Todo muy lindo pero nos tenemos que cambiar para ir a trabajar - exclama divertida mientras deja un beso en mis labios.
Bufé y la seguí para ir a cambiarnos.
Cuando ya estuvimos listos, nos despedimos y cada uno se fue en su auto.