« Nunca va a ser el mundo que fue»
Valentín.
Estacionó en el estacionamiento del cementerio y cuando ya tengo el auto cerrado, prendo un cigarrillo.
Mi barba había crecido bastante, después de un año de malos momentos.
Veo a Sofía poner flores en la tumba de Justina mientras sus manos tiemblan.
Suspiro y tiró el cigarrillo.
Cuando ella se percata de mi presencia, viene corriendo hacia mi.
Nos abrazamos con fuerza mientras lágrimas caen de nuestros ojos.
- Te necesito Valentín, no soy tan fuerte para soportar el dolor de haberla perdido - llora mientras me mira a los ojos.
Agarro su cara entre mis manos y le doy un beso.
- Justina siempre quiso vernos juntos, ella va a estar feliz - digo en susurros.
Ella asiente y nos sentamos a mirar la tumba de nuestra hija mientras recordabamos momentos juntos.
Los tres.