Victoria observó a William unos segundos más y después retrocedió, con pasos tambaleantes, hasta que su espalda colisionó contra el tronco de un árbol.
-Victoria.- le dijo William mientras se levantaba.- debemos salir de aquí. Muchos hombres llevaban días a la inteperie. Están enfermos, algunos incluso locos. Algo podría sucederte.- espresó con preocupación.- Victoria.- insitió él dando un paso hacia ella-¿Me escuchas? Debemos salir de aquí. Jeremy jamás me lo perdonaría si...
Pero Victoria no escuchaba.
Willaim había esperado gritos, llanto... pero ella parecía estar en un lugar totalmente ageno. Sin realizar ningún movimietno, impasible, su cuñada lo contemplaba sin verlo, con una inexpresiva mirada perdida. Estaba pálida, inerte como un cadáver, tanto así que William comenzó a preocuparse y a acercarse a ella con mayor decisión. Pero, entonces, ella al fin se movió. Y el primer movimiento que hizo... sintió como el estómago se le revolvía.
Victoria había alzado lentamente una de sus manos y la había posado en su viente. William la miró y le rogó al cielo que esa mano se moviera de ese lugar, que eso en verdad no estuviera pasando, que él estuviera malinterpretando el gesto, que... sus angustiosos ruegos se vieron interrumpidas de golpe por un ruido sordo. Adam acababa de desplomarse a sus espaldas.
William sintió como poco a poco, por primera vez en su vida, el pánico se iba adueñando de él. Como cada hebra de su cuerpo se estaba preparando para estallar en cólera, como su control se le escaba de sus manos sin que pudiera hacer nada para evitarlo, hasta que ya no quedaba nada de él. Estaba comenzando a ver todo borroso, todo rojo y negro a la vez. En cualquier momento iba a comenzar a gritar, a llorar, a...
Pero entonces vio como Victoria se herguía de golpe, caminaba rápidamente hasta Harding y se hagachaba junto a él.
- Está vivo.- susurró. William la miró sin entender lo que ella le había dicho.No podía ser. ¿ Acaso había...?- ¡Está vivo!- gritó ella entones.
William salió de golpe de su estupor y al instante se agachó y cargó a su amigo. Victoria lo guió dentro del recinto y lo condujo hacia una camilla vacía.
-Déjalo aquí, yo me ocuparé de él. Mientras ve e a por Adam, pudo haberse hecho daño al caer.- él obedeció al instante. La voz decidada y mandataría de ella no había dejado lugar alguno para replicas.
Victoria miró al hombre desmayado ante ella y, durante unos instantes, su mente se vio opacada por oscuros pensamientos. ¿Y si no lo daba salvado? ¿Y si Harding moría? Su hermana estaba embarazada, si eso ocurriera y ella no daba hecho nada para evitarlo jamás se lo perdonaría a sí misma. Ni si quiera Jer podría conso...
Jer...
Victoria se puso al instante manos a la obra de nuevo. Posicionándose al lado de su cuñado, buscó con la mirada un médico mientras examinaba la herida de su costado. Pero todos los galenos estaban ocupados y Harding no podía esperar, estaba desángrandose poco apoco, cada minuto era crucial para él.
Y Victoria no podía simplemente quedarse ahí y observar como moría el marido su hermanita. No podía.Tenía que hacer algo. Tenía que hacerlo.
Así que, con las manos temblando, rompió su camisa y examinó mejor su herida.No era profunda, se dio cuenta con alivio, podía ver la bala, sacarla no sería complicado.
Así que lo hizo, y para cuando William volvió a su lado, el pedazo de metal ya había sido extraído y la herida limpiada.
-Sujétalo. Debemos cauterizar la herida.- fue lo primero que le dijo ella nada más llegar. Él asintió con una mueca. Eso le iba a doler. Mucho.
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Lady Perfecta Adams( Saga héroes de guerra 2)
Historical FictionJeremy, futuro marqués de Thornhill lleva, desde que tiene uso de razón, total e irrevocablemente enamorado de Victoria Adams, la mayor del clan Adams y también la más testaruda, ambiciosa y puntillosa. Victoria tiene como único objetivo en la vida...