Aquí mando yo

Capítulo 20 - En el auto

Oliver

Dormir al lado de Hunter era una bendición, me encantaba que me abrazara por la espalda y sentir su cálido aliento en mi nuca. Por suerte sus ronquidos eran suaves y arrulladores. Pero la luz del sol que entraba por la venta nos hizo despertar.

-¿Qué hora es? -preguntó.

-Mm... -estiré la mano y tomé mi teléfono-. Las 11:30.

-Necesito un baño para despertar al cien, ¿te quieres duchar conmigo?

-Será un placer -respondió.

Nos levantamos de la cama y nos metimos juntos a baño.

Duramos alrededor de una hora metidos en la bañera, hasta que Erika nos llamó para desayunar, o mejor dicho comer.

Las horas pasaron y la hora de la fiesta llegó, justo a las 8 de la noche los invitados se hicieron presentes. Todo estaba tomando un buen semblante, pero como a la hora y media, las bebidas comenzaron a escasear.

-Carajo, no pensé que fueran a venir tantas personas -se quejó Erika.

-Mejor dicho, no pensaste que tus invitados iban a traer a sus propios invitados -dijo Hunter.

-Es lo típico ¿no?

-Pues sí, debimos prevenirnos.

-Si gustas Oliver y yo podemos ir por más bebidas, vi un súper mercado junto a la gasera que está como a veinte minutos de aquí -se ofreció Hunter.

-¿Irían, de verdad?

-Claro -afirmé.

-Ow... son un amor, dejen les doy dinero.

Después de que Erika nos dio el efectivo Hunter y yo salimos camino al mercado. Y como justo Hunter dijo, tardamos veinte minutos en llegar a ese súper mercado. Hacia bastante frio, y el viento soplaba fuerte, lo que nos indicaba que el clima podía empeorar en cuestión de segundos.

-Gracias señor -Hunter pagaba la cuenta de las bebidas que había comprado.

-Tengan cuidado chicos, en las noticias dicen que puede caer una tormenta de nieve en cualquier momento -en efecto, el clima iba a empeorar.

-Estamos aquí cerca, llegaremos antes de que la tormenta llegue.

Salimos del mercado, el cielo ya estaba completamente nublado, y el aire era más fuerte y helado.

-Yo creo que la dichosa tormenta llegará antes de lo esperado, Hunter.

-Parece, así que démonos prisa.

Mientras tanto en la cabaña.

-Erika, mira, en las noticias dicen que se aproxima una tormenta de nieve -comentó Katya a su chica.

-Rayos... pues todos los invitados se tendrán que quedar a dormir en la sala.

-Aparte, recuerda que los tarados fueron al súper mercado, esperemos lleguen antes de que la tormenta caiga.

-Cierto, deja llamo a Oliver para preguntar dónde vienen.

Regresando con los chicos.

Mi teléfono comenzó a sonar, era Erika quien llamaba; rápidamente contesté.

-Eh, ¿qué pasa?

-¿Dónde vienen torpe?

-Apenas vamos en camino, llegamos como en veinte minutos.

-Las noticias dicen que caerá una tormenta de nieve, así que yo que ustedes me doy prisa.

-Sí, lo sabemos.