Ha de saberse, que a la mente, a veces, se le puede engañar.
Y decirle que no piense,
que no sienta, que no diga.
De vez en cuando funciona
y medio aturdida ignora el sentir.
Pero luego está el corazón,
que parece reventarse,
No se escucha ni a sí mismo,
Y va por la vida pensando que no hay imposibles.
Al final, si no se obedece a ninguno,
la vida se convierte en un vaivén de sentidos,
Y después de varios días, el único resultado es una mente fatigada y un corazón casi roto.-SS
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Poemas a la luna
PoetryCruje el cielo, Llueve poesía, Se embriaga el cielo, Versos, Me embriago yo.