La Casa De Los Trillizos Byun (Chanbaek)

Capítulo 15

Aquella vez, fue la única vez que la hermandad de los trillizos Byun se había roto, y más que tres hermanos, comenzaban a parecer tres enemigos. Aquel fue el momento en el que los tres hermanos se enfrentaron por primera vez.

Con trece añitos, Byun Baekbeom y Byun Baekyeon, se encontraban uno frente al otro, con aquella navaja que les regaló el abuelo, mientras Baekhyun se hallaba apartado, mirando aquello con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

Entonces comenzó aquella pelea, una guerrilla de navajas que dejaba cortes en la frente, en los brazos, en zonas que por suerte no eran peligrosas. Y cuando Baekhyun sintió algo por dentro, algo como pena, sintió que eso se les estaba yendo de las manos, antes de que alguno de sus hermanos decidiera clavarla más allá de los cortes, Baekhyun apartó a sus hermanos, saliendo ileso.

Entonces Baekhyun comprendió que habían terminado peleándose por algo tan tonto como era un chico.

Se encontraban en lo que era la base de los Byun, exactamente, con trece años se habían creado su propia base, habían colocado sábanas blancas por encima de las literas, y lucecitas blancas, como las de un árbol de navidad, para alumbrar aquello en la noche, para que la tía no se diera cuenta de que seguían despiertos.

Y efectivamente, allí se encontraban, en medio de las literas, sentados formando un círculo con las tres navajas en medio, un rollo de papel higiénico y una velita.

-Terminado -Dijo Baekhyun escribiendo la última norma en el segundo papel -Este será para enviarlo, y este nos lo guardamos nosotros, para no olvidarlo nunca -Decía el niño de diez años ante la atenta mirada de sus hermano.

-Genial, habrá que firmar ¿no? -Baekhyun asintió ante la pregunta de Baekyeon.

-¿Estáis de acuerdo con todo? una vez firmado no podemos volver atrás -Sus hermanos asintieron -Bien, entonces por orden de salida. Baekbeom -Nombró alcanzándole las dos copias.

Baekbeom firmó en las dos, después se lo pasó a Baekhyun, el cual repitió lo mismo, y Baekyeon igual.

-Bien -Dejó uno de los papeles a un lado para guardarlo, y sujetó el otro con una mano -Ayúdenme -Sus hermanos cogieron cada uno un extremo del papel, y comenzaron a acercarlo al fuego de la velita, provocando que el papel comenzara a quemarse -Estas normas nunca serán olvidadas, todos debemos cumplirlas -Sus hermanos asintieron, mientras el papel se quemaba completamente -Prosigamos.

Los tres cogieron su respectiva navaja, se la colocaron en una mano y apretaron un poco, provocando un corte que comenzaba a sangrar un poco, y prosiguieron con la otra.

Entonces ahí fue cuando comenzó aquel pacto de sangre, donde los tres unieron sus manos, mezclaron su sangre, compartieron sus energías...

Ese momento que no debía ser olvidado jamás.

(...)

Baekbeom se encontraba leyendo en la biblioteca, cuando de pronto escuchó pequeños grititos de chicas, las cuales no le permitían concentrarse.

Entonces levantó su vista, y supo de que provenían aquellos grititos.

Ahí estaba Chanyeol, provocando que aquellas chicas, y a algún que otro chico se les cayera las bragas.

El alto se acercaba a su dirección, con una pequeña sonrisa

-Hola -Le saludó aún de pie, mirando hacia la estantería a su lado.

-¿Buscas algo? -Preguntaba Baekbeom curioso.

-Que va, venía a devolver un libro y te vi -Dijo sentándose a su lado -¿Qué lees?

-Teorías de la ciencia -Respondió levantando la portada del libro para que la viera.

Chanyeol emitió un bufido.

-¿Enserio? ¿no prefieres un libro de aventuras, o incluso de ciencia ficción? -Baekbeom lo miró con el ceño fruncido.

-Tonterías, todo muy irreal -Dijo centrando su vista a su libro.

-Ya veo -Hizo una pausa -Entonces lo que tú lees es aburrido.

Baekbeom lo miró enfadado, odiaba que lo juzgaran.

-No es aburrido -Respondió intentando no subir demasiado el tono, ya que estaban en una biblioteca.

-Venga ya, ¿qué tiene ese libro?, ¿tonterías científicas que ya sabes? ¿teorías que pretenden ser realistas? -Baekbeom negó con la cabeza.

-Nada de eso, te estás pareciendo a Baekhyun -Beom comenzaba a enfadarse.

-Baek, no puedes tener la mente tan cerrada a algo -Dijo con un suspiro -¿Sabes lo que es el arte de crear historias? ¿has probado alguna vez leer algún libro que te haga meterte en otro mundo? esos libros de ciencias son una mierda, porque nada de eso que lees es una creación, simplemente un montón de paranoias que otros científicos dicen metidas en un libro.

-¡Cállate! -De pronto toda la biblioteca quedó en silencio, y Baekbeom avergonzado emitió un "Lo siento".

Cuando todos volvieron a sus puestos, Chanyeol comenzó a reír, provocando que Baekbeom comenzara a ponerse rojo de ira.

-Anda, no te enfades -Dijo tratando de calmar al nerd -Ven conmigo -Se levantó y le cerró el libro, provocando que el chico comenzara a refunfuñar.

Pero Chanyeol no le hizo caso, y empujó de él hasta llegar a un fila de estanterías, al lado de la sección de ciencias, se encontraba la de ciencia ficción.

-Esto te puede gustar, mezcla la ciencia con la ficción, pero eso es más que obvio -Dijo riendo -escoge el que te guste.

Baekbeom suspiró, y comenzó a mirar todos los libros. Lo único que leía de eso eran mangas.

Se puso de puntilla en cuanto vio un libro que parecía medianamente interesante para él, y cuando fue a sacarlo, no se dio cuenta de que algunos libros estaban encima de este, y estos cayeron encima de él, provocando que al echarse hacia atrás, cayera de culo al suelo.

Y es que él se imaginaba caer en los perfectos brazos de Chanyeol, pero al alto no le había dado tiempo a cogerlo, y había caído de culo al suelo. Si es que eso de las películas románticas es mentira...

Chanyeol lo miró un tanto preocupado, aunque Baekbeom sabía que se estaba aguantando la risa. Como no reírse en un momento como aquel.

-Dame la mano -Chanyeol alzó sus dos manos, y Baekbeom las cogió siendo levantado.

Quedaron muy cerca el uno del otro, pero lo que Beom no se esperó, fue que Chanyeol comenzara a mirar sus manos con el ceño fruncido.

-¿Por qué tienes dos cicatrices muy parecidas en cada mano? -Dijo mientras las tocaba.

Entonces ahí fue cuando saltaron las alarmas, y Baekbeom apartó sus manos con brusquedad.