A las dos de la tarde salgo corriendo de mi habitación.
- ¡Nacho! ¡Emi! – grito desde la sala, donde estoy terminando de guardar todas mis cosas – voy a salir, nos vemos en la noche.
- ¿Por qué? – pregunta Nacho, ha venido corriendo desde su cuarto y me mira celosamente con los brazos cruzados.
Dudo un momento, no sé si decirle que voy a casa de Lara. Opto por no hacerlo, ya me ha advertido varias veces y no creo que le guste saber que me dirijo para allá. Podremos pelear bastante seguido, pero es mi mejor amigo y mi hermano, se preocupa por mí.
- A lo de Camila – técnicamente no miento, es su casa también.
- Ok te espero a la noche – continua mirándome recelosamente por unos minutos hasta que retira con un sonoro suspiro de resignación.
A las tres y cuarto estoy entrando a su urbanización. No me caracterizo mucho por la puntualidad. Es un lugar muy hermoso, está situado por unas montañas.
Cuando llego allí, no sé si debería estar aquí. No sé si ella quiere que lo haga.
Yo quiero.
Camino hasta la puerta y toco el timbre. No estoy segura que decir cuando se abra la puerta. Parte de mi quiere decirle que lo siento, que no debería haberla besado.
Otra parte quiere hacerle un millón de preguntas hasta saber todo sobre ella.
Pero la mayor parte de mi quiere besarla de nuevo, sobre todo ahora que la puerta y se encuentra justo frente a mí. Me muestra su hermosa sonrisa de oreja a oreja. Esta vestida un tanto informal. Es raro verla así.
- ¿quieres entrar un rato? – pregunta – las chicas salieron y no estarán de vuelta en unas horas, por lo menos.
Asiento
Cierro la puerta detrás de mí, y miro a mí alrededor. Me hace pasar a la sala, amplia y luminosa. Donde se ve una escalera de madera que, supongo dirige a las habitaciones. Me dirige hacia una enorme cocina que además es muy moderna y completamente equipada, me gustaría cocinar allí. El ambiente está inundado de un aroma exquisito; si lo que ha cocinado sabe tan bien como huele… me señala una silla para que tome asiento, hago lo que me indica ya que me siento un poco tímida para ofrecer ayuda.
- Qué bueno que llegaste a tiempo ¡moría de hambre! – dice mientras empieza a sacar unos platos – te estaba esperando para comer, espero que no hayas comido todavía.
- No… no he comido – digo tratando de salir de mi letargo
- Espero que te guste el risotto.
No es mi plato preferido, pero no puedo despreciar su comida. No pienso decírselo.
- Claro, aunque no tengo mucha hambre, no me sirvas demasiado.
- He pensado que luego de almorzar podríamos empezar a charlar sobre lo que te trajo a aquí. ¿Estás de acuerdo? – dice mientras me sirve un plato y colocando el plato frente a mí.
- Claro, me parece correcto.
- Tenemos tiempo suficiente para hacerlo.
- Por cierto, esto esta delicioso – comento mientras pruebo un bocado. Realmente, y para mí sabe de maravilla.
- Gracias – sonríe tímida.
Absorta en mis pensamientos a penas me percato del silencio incomodo que se produjo. Quiero comentar sobre alguna trivialidad pero Lara se me adelanta.
- ¿Cuántos hermanos tienes?
- Dos, Nacho y Emilia, ellos son mayores
- ¿Tú tienes hermanos?
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No te enamores de mí.
ChickLitNo tengo palabras para hacer una sinopsis a esta historia, pero de seguro te encantara. Simplemente es la historia de Renata. ESTA HISTORIA NO ME PERTENECE. AUTORA: MARI. SITIO DE PUBLICACIÓN: TODO RELATOS.