Capítulo 4.

1.1K 66 39
                                    

—Ni hacía falta jugar con ella así. —nos interrumpió una voz desde la puerta. —Bien, cumpliste. Ahora puedes decirle la verdad de una maldita vez.

—Ah, claro. Lo siento. Hoseok me dijo que seguro hoy no te besaba y yo le dije que a que sí y bueno. Aquí de testigo Suga.

—¿Y qué hacemos con nuestra práctica? —pregunté sin prestarle atención a Yoongi.

—Yo puedo ayudarte. —se ofreció él.

—Yo estoy cansado, mañana te ayudo yo, ¿está bien? —dijo Jimin.

—Osea que tú me utilizaste por esa "apuesta" y en realidad no quieres ayudarme.

—Oh, no, no, no es así. —Jimin negó con ambas manos. — Si quiero ayudarte, pero creo que Suga quiere más. —lo miró juguetón.

—Si tú dices, descansa... —le dije, sonriendo.

—Gracias, tú igual. —dijo dejándonos solos.

—Bueno, ¿estás lista? —Preguntó Yoongi.

—Sobre eso, puedo hacerlo sola. Ve a la habitación.

—Pero...

—Duerme bien. —no dejé que terminara de hablar y le sonreí mientras lo despedía agitando la mano.

—Como quieras. —él se retiró de la sala y solté un largo suspiro.

Elongué un poco y comencé a hacer algunos pasos que recordaba, de la clase o de Jimin. Ninguno me salía bien, ninguno. Intenté otra vez, y otra más. Sólo me detenía para tomar agua, y de nuevo ponía todas mis fuerzas para bailar como correspondía.

Así pasaron tres horas hasta que caí al piso, exhausta, cerré mis ojos sin dormirme dejando descansar mi cuerpo.

—Sabía que esto pasaría—dijo una voz masculina. Oí sus pasos acercándose a mí. Me hice la dormida.—Eres una boba. Te esfuerzas más de lo que tu cuerpo puede. Así te lastimarás, ¿no sabes? —sentí como sostenía delicadamente mi cabeza con una mano y con la otra mis dos piernas. Cuando comenzó a caminar me animé a abrir un ojo. ¿Suga? Abrí mis ojos como platos. ¿Debía decirle algo? Esto era extraño, aunque cómodo y lindo de su parte. Giró su mirada hacia mí y rápidamente cerré mis ojos.

—Tranquila, ya casi estás en tu cama. —me consoló él. Fueron unos cuantos pasos más y sentí cómo me depositaba sobre mi blanda cama. —Dulces sueños. —besó suavemente mi frente y rió por lo bajo. Me di la vuelta y observé la pared esperando a tener sueño.

+

—Eres un tonto.

—Tú eres la tonta. — Gyong-si me dio un golpecito en la frente con su dedo índice.

—¡Oye! —lo miré con expresión ofendida. Estábamos jugando y molestándonos ya que ambos nos confundimos de clase y habíamos ido a parar a otro salón con puros desconocidos. Ahora teníamos Canto. Me contó que su hermana cogió un resfriado de ayer cuando salieron con sus padres, razón por la cual no estaba presente. Atrás nuestro estaba sentado Yoongi, se lo veía desanimado pero no le dije nada ya que estaba muy ocupada apreciando el lindo y tierno rostro de Gyong-si. Había reparado en aquello esta mañana. Su voz era muy dulce y él bastante atractivo.

—¡Ya pueden parar! Me llevan aturdiendo por diez minutos. ¿Qué no se cansan? —nos gritó Yoongi.

—Mira, ahí vienen tus amigos. — repliqué señalando la puerta. Por allí estaban entrando Jin, NamJoon y Kook. —Ve y diviértete con ellos. Suga suspiró y se dirigió a su lugar. Lo vi sentarse al lado de NamJoon no muy contento.

My roommate is a boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora