Capítulo 10.

1.3K 50 12
                                    

Me quedé paralizada, no sabía cómo reaccionar. Me había besado con Gyong-si obligada por Jungkook y, para colmo, Suga nos había visto. Se suponía que esa parte no la ensayaríamos, y la haríamos directamente el día que presentáramos la obra. ¿Qué pensarían de nosotros? Lo más probable era que Yoongi le dijera a los demás, no, qué escalofriante.

—¿Q-qué haces aquí?—le pregunté al pelinegro, que aún seguía parado en la entrada, pero con una mirada desafiante.

—Vine a buscar mi celular—respondió encogiéndose de hombros. Seguido, miró hacia otro lado, ubicando la mesa donde lo había dejado, para ir a recogerlo.

—¡O-oye, tú!—le grité, tratando de sonar enfadada, pero solamente logré verme patética al tartamudear con un tono de miedo en mi voz.

—¿Tienes algún problema?—me cuestionó con indiferencia.

—¡Claro que lo tengo!—me bajé del escenario de un salto, ignorando la presencia de Gyong-si y Kook, para seguir a mi compañero, el cual caminaba dándome la espalda, y como si nada en el mundo le importara.

—¿Qué te pasa?—se detuvo en seco, a unos pasos de la entrada al salón de teatro—. Deja de perseguirme.

—¡No te estoy persiguiendo!—exclamé, ofendida.

—Oh, claro que no—habló con sarcasmo, para luego darse la vuelta y mirarme a los ojos—. ¿Qué diablos quieres?

—Yo... Yo... ¡¿Por qué me hablas de esa forma?!—torpe, ve al grano. Suga se dio la vuelta, apretando la mandíbula. Volvió a caminar ignorando por completo que yo iba detrás de él—. Min... ¡Min Yoongi!—lo llamé, pero él no se detuvo, y seguimos caminando por el pasillo—. ¡Necesito hablar contigo!

—¿Qué?—dijo apenas audible.

—¿Tú... nos viste, no?—suspiró, y volvió a parar de repente, haciéndome chocar con su espalda.

—Sí, los vi, ¿por qué? ¿Te molesta?—contestó fríamente, causando que sintiera una punzada en mi corazón.

—Ah, es que... esto... ¿No les dirás a los demás, no?

—¿Te importa?—me preguntó, con arrogancia, y continuó el paso hasta la habitación que compartíamos.

—¡Claro que me importa! ¿Qué si piensan mal de mí por esto? A-apenas conozco a Gyong-si, y...y—fui interrumpida.

—Es decir que no te molesta que yo piense mal de ti, ¿no?—se paró frente a la puerta de nuestro cuarto.

—¿Eh? no, no quise decir eso... es que-que a ti te lo puedo explicar bien, vivimos juntos y creí que... Tal vez me entenderías si hablábamos, fue sólo... Es que, Kook.... Y él...

—Ajá, lo que digas—entró al lugar y cerró la puerta en mi cara, sin que le importara que yo estaba allí. Me recompuse de mi sensibilidad en el momento menos oportuno, gracias a una gran bocanada de aire que tomé antes de coger la perilla.

—Mira, Suga—le hablé esforzándome en lograr un tono tranquilo, una vez que me adentré en el dormitorio—. No... No sé por qué te molesta tanto. Digo, a ti te lo estoy diciendo... Y nos viste, y ya sabes, Jungkook estaba ahí y quiso ver la escena, y de repente nos obligó a besarnos. Sólo sucedió. Y aunque te he dicho que me siento atraída por Gyong-si, vamos hace una semana que lo conozco recién... No intentaría nada con él, así que no me tomes por una cualquiera. Era parte de un ensayo que Kook por alguna razón quiso ver completo. Pero te juro que ninguno notó tu presencia.

—¿Ninguno notó mi presencia?—asentí—. Eso es lo que tú dices, el otro día en el restaurante tú y él estaban tomándose de la mano, balanceaban los brazos, se abrazaron inclusive... Todo frente a mis ojos. ¿Y crees que no lo hace apropósito?

My roommate is a boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora