What if we rewrite the stars?

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Día 5: Soulmate

El show se encontraba en su mayor auge

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El show se encontraba en su mayor auge. Los aplausos, cánticos y gritos de sorpresa se escuchaban incluso detrás de bambalinas, no por nada se le llamaba circo a eso.

Kirishima comenzaba a cuestionarse si en verdad habría valido la pena arriesgar tanto por conocer "el otro lado" de la vida. Si bien, Toshinori con sus habilidades de persuasión logró que se hicieran socios y así sobrellevar el negocio entre los dos; él debía renunciar un poco a su estatus. Claramente nadie quitaría el hecho de que pertenecía a la alta sociedad, aquello inclusive podría usarse para hacer crecer la fama y mejorar la reputación del circo.

Cuando la canción que en escena estaba siendo tocada y cantada por todo el talentoso personal como último acto llegaba a su fin, el pelinegro se acercó a observar desde uno de los costados en el segundo piso. El tiempo pareció ralentizarse hasta casi quedar en pausa, todo el escándalo y aplausos quedaron en segundo plano en cuanto dos miradas escarlata se cruzaron por eternos y mágicos dos segundos. O al menos eso sintió un embelesado Eijiro antes de sin darse cuenta soltar una pregunta al aire, dirigida a nadie en específico: "¿quién es él?".

La canción llegó a su fin y el cast se despidió justo antes de que el lugar se llenase de vítores, silbidos y aplausos complacidos de los espectadores

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La canción llegó a su fin y el cast se despidió justo antes de que el lugar se llenase de vítores, silbidos y aplausos complacidos de los espectadores. Todos tomaron camino hacia sus respectivos camerinos mientras que Yagi presentaba a Kirishima ante los curiosos que se acercaban a preguntar, entre ellos aquel chico trapecista con vestuario de licra color negro y una cruz naranja con dos puntos adornándolo, máscara de puntiagudas terminaciones con la misma combinación de colores, unos cubre brazos y calzado especial protegiendo hasta casi llegar a las rodillas. Éste conversaba tranquilamente frunciendo ligeramente el ceño (como si ese rostro fuese el que pone siempre) con una chica morena de mirada profunda y cabello grifo tinturado de rosa. Por lo que había visto en el escenario éstos dos eran la pareja de trapecistas.

—¡Buen trabajo ahí arriba chicos! —felicitó el rubio más alto con una gran sonrisa dirigiéndose a la dupla de jóvenes que le miraba, una sonriendo y el otro con seriedad—. Déjenme presentarles al nuevo integrante, Kirishima Eijiro—mencionó otorgándole al mencionado la atención.

Kiribaku week 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora