Cap. 10: Sonrisas y lágrimas

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-¡Papá! - Jane se levantó de repente con sudores fríos. Seguía en su cama de sábanas blancas en el sanatorio.

- No, yo me llamo Caleb - miró hacía su izquiera y en la otra punta de su habitación un chico se acomodaba sus zapatillas sentado en una cama idéntica a la de todos los pacientes de ese centro.

- ¿Quién...?

- Caleb, me llamo Caleb, ya te lo he dicho - Jane lo repasó de arriba a bajo. Era un chico joven, de su edad, con pelo largo rubio y ojos negros. No parecía una persona de un sanatorio. Generalmente los pacientes tenían unas notables ojeras oscuras, heridas, el pelo despeinado y sucio y algún tic.

Pero Caleb parecía un chico sacado de una portada de revista.

- ¿Eres mi nuevo compañero de habitación?

- Agh, ¿siempre eres así de poco inteligente? No me hagas preguntas obvias - la manera de hablar de ese chico, en cambio era muy antigua y culta. Se expulsó el polvo de sus pantalones y se levantó a observar la ventana.

Jane decidió ignorarlo. Una de las cosas que había aprendido en todos sus meses de paciente en un sanatorio era a ignorar a los locos, o a seguirles el rollo. Buscó una hoja en blanco y un lápiz de su mesita de noche y se puso a escribir el sueño que había tenido. Intentó manejar sus sentimientos, su respiración y su calma, pero a medida que escribía caía en la cuenta de muchos secretos guardados en su inconsciente. Al terminar de escribir el sueño sus lágrimas brotaron y recorrían su fina cara pálida hasta caer en su regazo.

Caleb la miraba sin decir nada. Y Jane se dio cuenta.

- ¿Por qué me miras mientras lloro? - preguntó.

- La mayoría de gente le gusta ver a la gente sonreír, a mi me gusta ver lágrimas - sonrió mostrandole sus dientes a Jane. Caleb parecía muy feliz y Jane se sentía incómoda.

- ¿Te gusta ver sufrir a la gente?

- ¿Ves mi sonrisa? - Jane se fijó en los dientes perfectos del chico, en sus labios rosados y su expresión atractiva.

- Sí, veo tu sonrisa

- Ahora mismo me apetece llorar junto a ti - Jane lo miraba confundida -. Es una sonrisa falsa. Es más fácil fingir una sonrisa que unas lágrimas. Existen más sonrisas que lágrimas.

- Lo discuto - Jane dejó de derramar lágrimas -. Hay tantas sonrisas como lloreras

- ¿Enserio? Pero a pesar de eso no nos paramos a mirar a la gente sonreír en la calle, sino que observamos a ver a niños, jóvenes, adultos y abuelos llorar.

- Por que no es común de ver lágrimas - ahora quién estaba confuso era Caleb -. La gente llora a solas. Así que estamos más acostumbrados a ver la gente feliz. Pero eso no significa que existan más sonrisas. - Caleb se quedó mudo hasta que empezó a aplaudir.

- Excelente, no tengo a una compañera loca. Me pregunto por qué estás aquí.

Jane recordó su sueño y gracias a Caleb le cuadraron más las cosas.

- Yo también me lo pregunto - Jane tenía que escapar de ese sanatorio lo más rápido posible.

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⏰ Última actualización: Aug 10, 2019 ⏰

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