16. Te veo.

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La tarde había acabado demasiado rápido. Al igual que mi botella de vino. Necesitaba más vino. Como pude me puse de pie, me tambaleé un poco, pero seguí con mi objetivo fijo. Entonces, caí. Así como cayó el dolor sobre mis hombros, era más del que podía soportar, no estaba preparado para tanto.

—Hey, Luke, abre la puerta.—Llama por tercera vez Matthew. Lo ignoro. Realmente no quería ver a nadie, no necesitaba que trataran de alentarme con mentiras banales, no voy a estar bien, ni ahora, ni nunca, dejen de decirlo, ¿me estoy hundiendo? Si, lo hago, me hundo en mi propia pena y miseria, y tratar de ignorarlo, no me ayudará en nada.

—Por favor, Luke.—Sigue rogando tras la puerta. Lo ignoro por completo, y me centro en el dolor que estaba sintiendo en estos momentos. El pecho me ardía, los ojos me ardían, la cabeza me estaba martillando dándome esa sensación de malestar después de haber llorado por mucho tiempo.

Cierro los ojos con fuerzas y escucho muchos pasos fueran. Murmullos, y de repente, un estruendo, entraron a mi apartamento de manera estrepitosa y forzando la cerradura. Levanto lentamente la cabeza y me encuentro con un chico muy enojado, pero a la vez preocupado, pero no se acerca a mi, va directo hacia las botellas vacías de vinos y se que fue a buscar las demás. Mi vista se vuelve borrosa y me levanto como puedo del suelo, sé que hay más personas, lo presiento, pero no quiero que me vean así, salgo como puedo hacia la entrada, pero alguien me hala del brazo.

—Por favor...—La voz suplicante de mi hermana me hizo sentir avergonzando. No quería que me vieran así, mucho menos ella.

Decidí dejarme llevar por ella hacia dentro. Me recostó en el mueble y yo cerré los ojos con fuerza sin poder aguantar las lagrimas. El dolor era demasiado. La vida parecía pesar más de lo que debería. Aspirar y exhalar se sentía tan pesado. Intentaba aferrarme con todas mis fuerzas, pero por más que pareciera querer salir de este hoyo, no podía visualizar el futuro.

—Toma— mi hermana me hizo beberme un café bien cargado y amargado. Pronto me encontraba más sobrio, y sentí una punzada en mi pecho.

¿Por qué el duelo no podía ser así? Igual que tomar de más. Solo necesitas un café negro y al poco rato todo queda olvidado.

—¿Estará bien si lo dejamos solo?— Escucho a Matthew preguntarle a mi hermana en un susurro. Ella no respondió y me echó una mirada confusa. Me estaba convirtiendo en una preocupación y en un dolor de cabeza. No era lo que yo deseaba más no podía hacer nada más.

Para: Skyler.

De: Luke.

Asunto: Te veo.

Hola, preciosa.

He estado pensando en los últimos días en ti, aunque es más que obvio. No he podido arrancarme tu sonrisa de mis pensamientos, tus labios, tus ojos tan verdes y tu cabello pelirrojo.

Cada vez que cerraba los ojos, te veía. Sí, lo hacía. Justo ahora, puedo visualizarte. Te veía caminar con lentitud y las ondas de tus cabellos ondearse de la misma manera. Te veía mirándome desprevenido y sonriéndome ampliamente. Te veía suspirar, te veía llorar y te veía besarme. Veía cada parte de ti y no podía sentirme más agradecido de que me hayas elegido a mi.

Recordé cuando nos enojábamos, aunque pasaba en muy pocas ocasiones. Eras demasiado tierna y yo no podía molestarme como tú lo hacías. Las risas, las discusiones tan leves y escasas, los abrazos, los besos y las reconciliaciones. Todo parecía ser un poco más perfecto que el día anterior.

Si cierro los ojos, puedo escuchar tus pasos. Es algo frustrante cuando los abro y solo veo un pasillo vacío.

Hey, pelirroja ||2 TEMPORADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora