Capitulo 3

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Narradora

El agua resbalaba lentamente, las pequeñas gotas de agua se escondían en rincones prohibidos de su cuerpo. Un estruendoso ruido se escuchó afuera de la ducha, Aome con temor y con curiosidad, se colocó una bata de baño y salió. Miro a su alrededor y todo estaba oscuro, se acercó hacia el interruptor de la Luz y cayó en cuentas de que no había energía.

Dirigió su mirada hasta la ventana, esta se encontraba abierta, ya con muchas excusas y sin miedos se acerca rápidamente a la ventana sacando la cabeza contemplando las luces de los edificios y escuchando nada más y nada menos la bocina de los autos. Aome suspiró con tranquilidad al ver qué tal vez su imaginación había creado tal escena.

De repente ella siente como unos brazos le rodean la cintura y la jalan hacia al interior nuevamente, horrorizada y sin poder hacer nada, contemplo que se trataba de un hombre que había invadido su propiedad.

- Tranquila, te dije que no te haría nada.

No había duda alguna, se trataba de aquel ser que la había acorralado aquella noche. Lo miro fijamente, sus ojos eran como una luz que brilla con intensidad y sin fin alguno, su cabello se encontraba amarrado en una coleta, un color muy extraño adornaba este, tal vez un color plata, su cuerpo se marcaba a través de la vestimenta y claramente se podía ver que parecía un Dios griego.

- Si lo que buscas es dinero, no tengo, pero por favor no me hagas daño. Llévate lo que quieras pero no me hagas nada.

Él la miro fijamente, con tremenda lentitud se acercó al cuello de la joven aterrorizada, aspirando el aroma a fresas que salía de su cuerpo, rozando sus labios lentamente haciendo que se arqueé de golpe. Besó la mejia de ella con cariño para colocar su frente con la de la dama.

- No sabes cuánto tiempo llevo esperando esto.

Enamorándome de un pervertidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora