Siete Pecados [Yooran / Mystic Messenger]

VI. Avaricia

No podía dejar de darle vueltas en su cabeza, tirado en la cama, mirando el techo, la escena se repetía una y otra vez. 

Aún no lograba asimilarlo. Aún se preguntaba si cabía la posibilidad de que hubiese sido sólo un sueño. 

Pero cada vez que cerraba los ojos podía sentirlo de nuevo. Los dedos de Saeran quemando contra su piel, sus labios arrastrándolo a un lugar que no conocía.

— ¿Qué demonios fue eso? — Yoosung se daba ligeros tirones al cabello, intentando concentrarse.

Fue tan repentino, lo tomó completamente desprevenido. ¿Por qué Saeran había hecho algo así? 

Esa era la pregunta que llevaba días atormentándolo.

Aquella noche su cabeza explotaba en preguntas tan pronto sucedió, pero no pudo dejar salir ninguna. Saeran se veía claramente preocupado, y aunque le doliera considerarlo, arrepentido.  Temió confrontarlo en ese estado y empeorar las cosas. Quiso ser comprensivo. Se limitó a seguir la noche como si nada, en incómoda compañía hasta que su hermano regresara. Así fue, Yoosung volvió a casa esa noche con el corazón alterado y la cabeza hecha un desastre.

No se habían vuelto a ver, los mensajes entre ellos se seguían cruzando pero no tocaban el tema. Saeran parecía fingir no recordarlo, y Yoosung no encontraba manera sutil de mencionarlo.

Yoosung se retorcía en su cama. ¿Cómo se atrevía Saeran a hacer algo así y escapar? Dejándolo solo con la maraña amorfa que eran ahora sus pensamientos.

La verdad... es que ese beso no le había sido indiferente. Él lo correspondió al instante. Había sido inesperado, pero diferente a lo que hubiera podido pensar, no lo había molestado, al contrario, lo había disfrutado.

Su cara comenzó a calentarse, era la primera vez que admitía eso.

Más de una vez se había sorprendido a sí mismo pensando en él a media clase. Contando las horas para verlo de nuevo. Le gustaba aprovechar cualquier oportunidad para estar cerca de él. Disfrutaba tanto abrazarlo, tocarlo bajo cualquier pretexto. Era consiente de que lo que sentía por Saeran no era igual a lo que evocaban en él el resto de sus amigos, pero siempre optó por creer que esto era debido a que eran mejores amigos, ¿No?

Nunca había siquiera cruzado por su mente que algo más podría ocurrir. Moría de miedo sólo de pensar en intentar algo. Tenía un acuerdo tácito consigo mismo. Que Saeran lo considerara un amigo para él era suficiente.

Era.

Ese beso lo cambiaba todo. Había probado algo que no sabía que podría necesitar. Y le había gustado. Le había gustado y quería más. 

Alcanzó una almohada para cubrirse el rostro. Esto era demasiado para él.

Tomó el celular para llamar a Saeran. Después de dos tonos se dio cuenta de que no podría fingir tranquilidad, así que envió un mensaje en su lugar.

Yoosung: Hey~! ¿Qué tal?

Saeran respondió rápido.

Saeran: Hola. ¿Qué pasa? 

Yoosung: Es jueves de pizza, ¿Vienes?

Preguntó, lo más casual posible.

Saeran: Voy. Ya no aguanto al idiota.

Yoosung: ¿7:30?

Saeran: 6:00. El idiota encontró una cucaracha. Está instalando una red láser en los pisos. Sacame de aquí.