Cap 4 1/2

10K 256 126
                                    

NOTA: Posiblemente este capítulo no contenga lemon, pero lo que si contiene es lime (parecido al lemon pero sin describir sexo en sí), no es necesario que leas este capítulo sino gustas, pero recomiendo leerlo para entenderle un poco al siguiente.

Playa.

- ¡Inuyasha! ¡Aah! ¡Espe-ra! ¡Ah! Inuyasha -dijo la miko con un hilo de voz quebradiza.- No les hagas esto a tus amigos... Por favor... ¡Ah! ¡Inuyasha! -gritaba Aome con lágrimas en los ojos.

- ¡Señorita Aome! -gritó el monje Miroku al ver tan horrorizante escena- ¡Huya! ¡Sango, Shippo! ¡Ustedes también! Yo... trataré de retrasar un poco a Inuyasha para que no los dañe...

- ¡Pero monje! Sabe que la única manera de detenerlo es... ¡Oh no! ¡No lo dejaré por ningún motivo! ¡Está muy débil por los insectos de Naraku! ¡Y su agujero...! ¡Ya no resistiría con tanto poder como el que en estos momentos porta Inuyasha!

- Sango... Aome... Huyan... no lo podré detener por tanto tiempo... El anciano Myôga lo dijo... Si se transformaba más veces... Tal vez... Tal vez...

- ¡Aahh! -los interrumpió la miko.

- ¡Aome! -se preocupó, aún más si era posible, Sango por su mejor amiga.

- Perdóname Inuyasha por favor... Pero me importa más que Sango, Kirara, la señorita Aome y el pequeño Shippo, salgan bien de esta ¡Perdóname! -Se disculpaba Miroku por lo que iba a pasar.

En seguida una fuerte corriente comenzó a jalar a Inuyasha... Y con él a la tan hermosa y adolorida Aome.

Rewind

Eran más o menos las 8:50 cuando Inuyasha despertó.

- ¿Qué pasó? -Murmuró para sí mismo Inuyasha con acento adormilado tocándose la cabeza.- Sólo recuerdo que ayer vine a la casa de Aome y que al parecer ya está aquí la temporad... -Fue interrumpido por un leve ronrroneo de la dulce sacerdotisa que yacía dormida.

El poco confundido hanyou-por estar todavía en la habitación de Aome mientras se propuso irse la noche anterior-pero embelesado por la linda figura de la hermosa azabache desnuda a su lado, notó que el cuarto de su amada estaba muy desordenado y radiaba un brumoso olor a fluídos corporales.

- Oh no, ¡Madre santa! -pronunció en un susurro aislado un muy asustado hanyou por la escena que captaban sus ojos.

La hermosa chica se había girado y se notaba su espalda, caderas, piernas, brazos, esas curvas que tanto enloquecían a Inuyasha... Sin duda era una sublime figura la de Aome, pero eso no era lo que más se notaba y tampoco era lo que más le preocupaba a Inuyasha en esos momentos... Apesar de que escuchaba a la familia de su amada caminando por los pasillos del segundo piso-con un 85% de probabilidades que entraran como aquella vez que iba a ser el primer beso entre Aome e Inuyasha, pero Zota los interrumpió-no era lo que más le quitaba el aliento al peli plata. No. Lo que en verdad captaba su atención respecto al cuerpo de la azabache era que...

Al otro lado del pozo mágico.

Shippo estaba con la anciana Kaede cortando algunas hierbas medicinales para varios aldeanos que habían sido heridos por un mounstro que atacó mientras Inuyasha y sus amigos buscaban más fragmentos de la perla de shikon. Sango y el monje Miroku estaban nadando un poco en un río que estaba serca.

- ¡Monje!

- ¿Que pasa Sango? -el monje Miroku había alzado a la cazadora de su cintura y la había colocado sobre sus hombros, como un caballo.- ¿Estas incómoda amor?

Inuyasha x Aome [lemon] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora