Solamente tú.
Inuyasha estaba seguro de que ya había perdido el juego de la seducción contra Aome. Estaba perdido. Esa mujer tenía todas las armas para destruirlo, eso era mucho poder para una sola persona, pero él sabía que la miko nunca le haría daño. La amaba tanto que le confiaba su vida. Habían experimentado demasiadas cosas juntos. Aún cuando él tuvo problemas para controlar su mitad youkai, Aome no lo dejó solo, no lo abandonó, estuvo ahí con el. «Me hace tan feliz que me hayas encontrado... ¿Que hubiera hecho yo sin ti? ¿Qué hice para merecerte?» Pensó Inuyasha. No estaba seguro de cómo o porqué estaba en esa situación, pero sí sabía que quería que nunca terminara. Sí, sin duda era un chico enamorado, pero eso lo hacía feliz. Y haría todo lo posible por que su verdadero amor también fuera feliz, por ver esa radiante sonrisa en su rostro que le llenaba el alma, no importaba que obstáculo se interpusiera en su vida, lo superaría al lado de Aome.
Aome no dejaba de pensar en Inuyasha, en lo mucho que lo quería, como se sentía segura cuando el estaba con ella. «¿Quién habría pensado que terminaría encontrándote, liberándote y enamorándome? Nadie se lo esperó, pero no me arrepiento de nada, porque ahora soy feliz contigo» Dijo Aome para sus adentros. No cabía duda de que el amor era la energía y la fuerza más pura que existía, nada podía pasar si se amaban fielmente y no dejaban que las circunstancias de los alrededores les afectaran. Si estaba juntos, si se apoyaban mutuamente, si confiaban en ellos, si creían en el otro, si trabajaban en equipo, si se amaban, nada podría pasar por encima de ellos y su amor. Solo debían esforzarse y dejar que todo fluyera.
Ella sabía que él la amaba, que le confiaba su vida y esperaba que él supiera que era recíproco, ella también le confiaba su vida a él y lo amaba más que a nada.
Su amor era increíble, inmenso, íntimo, era un amor inquebrantablemente sublime.
Los chicos habían vuelto al Japón antiguo con sus amigos después de su sesión urgente de sexo en casa de la jovencita. Kaede estaba explicándoles que algunos hombres de la aldea creyeron ver en varias ocasiones durante los últimos días a Kikyo junto con unas niñas pequeñas. Aunque eso no era relevante para ninguno de los dos, prometieron buscarla por una teoría que Kaede tuvo, sobre como era probable que su hermana había encontrado uno o más fragmentos de la perla de shikón. Entonces partieron hacia el exterior para revisar el perímetro.
Aome la encontró más pronto de lo que se imaginaba.
—Tienes que terminar de encontrar los fragmentos lo más pronto posible. Pronto no tendrás más tiempo. —le dió algunos fragmentos de shikón en la mano.
—¿Qué quieres decir Kikyo? ¿Ya te vas de nuevo? ¿Viniste a entregarme esto?
—Sí, y trata de apresurarte, creo que tendrás que dejar esto de lado por un tiempo.
Cuando la sacerdotisa estaba por irse, la miko la detuvo con sus palabras:
—¿Qué hay de Inuyasha?
Kikyo paró su andar y sin darse vuelta respiró hondo.
—Hubiera preferido no decir esto, pero, no me voy a interponer entre ustedes, trataré de que no nos veamos más, no ahora con lo que tendrán que pasar. Pero quiero que sepas, que yo siempre fui y seré su primer amor.
Después de ese encuentro, Aome se sentía insegura, quizás Kikyo siempre fue más importante en la vida de su amado que ella misma. Eso la estresaba, pero no la detenía para continuar con el hombre de su vida.
Ella estaba un poco enojada, pero se contuvo y buscó a Inuyasha.Cuando por fin lo encontró se lanzó a sus brazos. Fue un beso rudo, la lengua de Aome se abrió paso en la boca de él, rodeando y explorando su cavidad, ella estaba siendo salvaje, lo mordía y succionaba. Cuando se separaron las pupilas de Inuyasha estaban demasiado dilatadas y sus labios rojos e hinchados.
La miko lamió sus orejas dejando pequeñas mordidas de vez en cuando y las masajeó con las yemas de los dedos, provocando que el chico gimiese.
ESTÁS LEYENDO
Inuyasha x Aome [lemon] ✔
FanfictionAome e Inuyasha. Fanfic erótico. +18 y lenguaje inapropiado, claro que sí. Sí soy, sí soy. Pero como todos sabemos que no harás caso a ninguna advertencia en esta tierra preciosa de la felicidad llamada Wattpad, simplemente te pido guardar discreció...