❝No quería hacer esto por medio de una carta.
Supongo que no tenía el valor de decírtelo en la cara, o no quería que me vieras destrozada, como si aún me quedase algo de orgullo.
Tómalo como quieras, ambas razones son válidas.❞━━━━━━━━━━
LEHIGH VALLEY,
PENSILVANIA; 1988
7:45 pmMavis tragó saliva con dificultad.
—Jack.
—¿Sí?
—Pásame un cigarrillo.
Tan pronto como tomó el cigarrillo, lo encendió (siempre guardaba un encendedor en sus bolsillos) y se lo colocó entre sus labios entintados de negro. Inhalaba y exhalaba una y otra y otra vez, lo suficiente como para volver a respirar con normalidad y liberar un poco de tensión. Casi instalaba una mano sobre su pecho, como para comprobar que sus pulmones estuvieran ejerciendo su función correctamente, pero eso lo haría más evidente y no quería eso, no quería que Jack se enterara de lo que estaba ocurriéndole. Cerró sus ojos con fuerza: sentía un ligero mareo. De la nada, sus manos comenzaron a sudar y su estómago se volvió un nudo. Miró por unos instantes hacia arriba, hacia el cielo nocturno, deseando con todas sus fuerzas que su oscuridad la tragara viva.
Sí, ser devorada viva por la negrura de la noche sonaba a un buen plan. Era mejor que el que se estaba ejecutando.
No sabía qué demonios había pasado. Hace unos instantes estaba sumamente convencida de que podría hacerlo. Claro, no sería perfecto, estaba consciente de ello; pero, carajo, con ahínco y unos tragos quizá podría llegar a sentirse como una adolescente común y corriente por lo menos una noche de su desgraciada y penosa vida, y disfrutaría de la fiesta aun cuando muy en el fondo sabía que su cordura se estaría carcomiendo con el pasar de las horas; sin embargo, eso no le importaba demasiado si eso significaba ver feliz a Jack. ¿Y qué pasaba ahora? Estaba luchando contra cada partícula de sí misma para no sufrir un ataque de ansiedad en plena acera, enfrente de esos papanatas bebidos hasta el culo. Sí, esos papanatas que eran ignorantes de su situación y de todos modos juraban odiarla, y ella, simplemente por eso, correspondía muy bien el sentimiento. No necesitaba más mierda en su vida.
Dios, un día de estos terminaría vomitando bilis.
Por otro lado, nada de esto le había pasado por alto a Jack. Conocía a Mavis —¿conocía a Mavis?— y, como era usual, comprendía por sí solo que ella trataría de ocultar cualquier señal de angustia. Se sintió miserable entonces, ya que no tenía ni idea de cómo ayudarla. ¿Siquiera sería buena idea que ella se enterara de que él sabía lo que sentía? Después de todo, ella estaba fingiendo estar tranquila, y alguien que finge busca precisamente eso: hacer creer algo que no es verdad. ¿Ella querría que él actuara como si nada pasara, que se mantuviera al margen? No lo sabía y, honestamente, tampoco lo entendía. Hace unos momentos ella ya había declarado que estaba bien con eso, ¿qué ocurría ahora? ¿Acaso le mintió? Eran demasiadas preguntas que jamás tendrían respuestas, porque no se atrevía a obtenerlas. Nunca se consideró muy bueno para lidiar con circunstancias como estas, muy pocas veces sabía qué hacer y era frustrante como la mierda. Pero si algo entendía, era que a nadie le gusta sentirse acongojado, sobre todo a alguien como Mavis. Ella no necesitaba más mierda en su vida.
Con bastantes dudas en la cabeza, Jack tomó la mano de su novia. Primero con suavidad, esperando una reacción de su parte. Nada, ella se mantenía perdida en sus pensamientos. Enseguida afirmó el agarre con un fuerte apretón, y notó como ella volvió en sí y lo volteó a ver, con una mirada que no sabía descifrar, pero que se sentía increíblemente vacía. Apretó otra vez, con más intensidad y un cariño innegable, transmitiéndole todo el amor posible y diciéndole que todo estaría bien sin decir nada en realidad. Porque, ya sabes, necesitaban escuchar eso de vez en cuando. Mavis le sonrió, pero era una sonrisa rota.
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when the party's over ; javis
Fiksi Penggemar-ˏˋ 𝐣𝐚𝐜𝐤 𝐟𝐫𝐨𝐬𝐭 𝐱 𝐦𝐚𝐯𝐢𝐬 𝐝𝐫𝐚𝐜𝐮𝐥𝐚 ˎˊ- ┃ 파티가 끝나면 ❝ Perdóname, Jack. No soy tan fuerte como tú piensas. No quería hacer esto por medio de una carta. Supongo que no tenía el valor de decírtelo en la cara, o no quería que me vieras d...