Escritos Solitarios

Rumbo a mi destino.

Athya observó con asombro la ola que se alzaba en su dirección, iba a morir, lo sabía. Su nave, el viejo barco bautizado Eleonor, heredado de sus padres no resistiría otro impacto y menos de esa magnitud.

Se había embarcado en aquel viaje como acto de última voluntad puesto que estaba gravemente enferma de un virus que había hecho pandemia en el país, pero no quería morir sin cumplir su más anhelado sueño, navegar el barco de sus padres que ahora le pertenecía.

Eleonor había llegado a su poder luego del naufragio en el que murieron sus padres, cuando el mejor amigo de su padre lo trajo a tierra firme.

Cuando Athya descubrió que estaba infestada del virus mortal, a sus dieciséis años, no se le ocurrió mejor forma de morir que en el mar que se había llevado lo que más amaba en el mundo hace tan solo seis meses, en el barco que la había visto nacer.

Ahora había llegado el momento, se había internado en las turbias y negras aguas del océano Pacífico y la tormenta había llegado a ella como un acto divino.

Pronto estaré con ustedes.

Se dijo a sí misma, mirando al cielo con lágrimas cayendo por sus mejillas.

Giró a Eleonor en dirección a ola, con la misma habilidad con la que lo hubiera hecho su padre. Tosió por última vez, manchando sus manos de sangre y recibió la muerte con una sonrisa en el rostro.

Al fin he regresado a su lado.

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Hola a todos, en este relato la palabra clave era #Nave. Fue hecho en este mes Abril.

PD: El próximo capítulo será una recopilación de los retos me martesmge.

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