Capítulo 9

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POV SARA

Me desperté aquella mañana con un terrible dolor de cabeza, recordaba haber bebido la noche anterior, que había decidido mandarlo todo a la mierda con ese jodido plan de la novia perfecta al haber sido acusada de arribista por Barba blanca, pero después... todo lo que pasó, para mí, estaba en blanco. 

La verdad es que siempre he aguantado muy bien el alcohol, me cuesta más que a la mayoría de las personas llegar a un estado de embriaguez considerable, pero esa noche de verdad me pasé, me agarré a la botella e hice cosas de las que no estoy orgullosa, nada orgullosa, aunque aún hoy hay ciertas cosas que hice que solo me han contado, que no recuerdo ni aún después de que pasara el tiempo. 

Aquella mañana recuerdo despertarme, presa de ese dolor de cabeza de mil demonios, notaba un calor agradable en la espalda, tan agradable que pensé simplemente en quedarme ahí bien quieta con mi dolor de cabeza y esa fuente de calor que supuse sería una estufa agarrándome con fuerza por la cintura con su brazo...

...

...

Pero en un momento de lucidez me pregunté... ¿Desde cuando las estufas tenían brazos?

Abrí los ojos de par en par, con fuerza, y la luz me cegó por un momento, odio la luz cuando tengo resaca. Miré bajo las sábanas, viendo como efectivamente un brazo masculino me agarraba por la cintura y empecé a panicar en exceso. Intentaba recordar lo que había ocurrido después de quedarme sola con mi botella, recordaba haber estado "conversando", más bien discutiendo, con Ace, y luego, luego la nada. 

Oh mierda. 

Miré de nuevo bajo la sábana, estaba vestida, por lo que gracias al cielo no había hecho nada con él. Nunca me había pasado eso de levantarme por la mañana y tener un hombre agarrado a la cintura sin saber cómo había acabado allí. Pero la ropa seguía allí y eso me aliviaba. 

Hice un montón de movimientos extraños intentando zafarme de ese mortal agarre de mi cintura y lo único que conseguí fue que se agarrara más fuertemente a mí y murmurara algo entre sueños. Noté algo extraño en mi trasero, y esperaba que no fuera lo que pensaba, pero efectivamente, lo era. 

Oh perfecto, era de los que saludaba por las mañanas...

Después de una sarta de movimientos que no había hecho jamás, ni siquiera una vez que fui a yoga, pude salir de ese agarre mortal y lo vi girarse, pero antes de salir de la cama me enganché con la sábana y caí de bruces al suelo. 

Oí un gruñido extraño y levanté la cabeza del suelo para ver si se había despertado, pero no habría nada en el mundo que fuera capaz de despertarlo. 

Cogí cuatro cosas de la bolsa en total silencio mientras me iba hacia el baño y miré mi rostro en el espejo, estaba horrible. Tenía cara de resaca infernal. 

Algunos eventos de la noche anterior pasaban por mi mente en oleadas, no me acordaba exactamente de cómo había llegado a la cama, ni recordaba lo que había hablado con Ace, solo recordaba fragmentos de la noche, y uno en particular en el que lo había nockeado como si fuera un jugador profesional de fútbol americano y lo había aprisionado bajo mi cuerpo dispuesta a besarlo. 

¡Oh mierda! ¿lo había besado? ¿No lo había hecho? No me acordaba de nada de lo que había pasado después.

Me vestí y después de maquillarme un poco, lo que hacía que estuviera un poco más presentable, bajé por las escaleras, no se escuchaba ningún ruido así que supuse que no habría nadie, hasta que llegué al salón, donde de espaldas a mí vi a un anciano demasiado corpulento para ser un anciano normal, ninguna persona en el mundo podría tener ese tamaño y ese porte a después de los 65, solo una persona en el mundo, y ese era Barba blanca. 

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⏰ Última actualización: Jul 31, 2023 ⏰

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