CAPÍTULO SEIS

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Abrió los ojos poco a poco, los rayos  del sol entraban por una pequeña abertura de la cortina, no tenía ganas de ir a su trabajo, no se sentía bien con todo lo que le pasaba en ese lugar.
 
Se levantó de cama y se dirigió a la ducha, tuvo suerte de encontrar un departamento accesible a su bolsillo, no con muchos lujos claro, no era de esos edificios que tuviesen incluído un ascensor, se trataba de uno de cinco pisos, con habitaciones pequeñas, para ella era suficiente, podría decirse que le parecía acogedor, no es como si tuviera un hogar a donde tuviese que volver.

Se metió y meditó las cosas por unos dos minutos, se preocupaba de que fuera una clase de loca por pensar cosas en la ducha, pero no paraba de pensar en ello.

Al salir se vistió con ropa abrigadora, el cielo se encontraba nublado, pasó junto a una tienda de cristales y espejos, aprovechó para verse.

-tengo una pinta horrible, si aparezco con esto todos me preguntarán¿ qué te pasó?, ¿Te duele?- obviamente no quería tener ese tipo de complicaciones en el trabajo, al seguir su camino se topó con un remate de objetos, aquellos que están en ofertas, podrías encontrar todo tipo de cosas en ese tipo de puestos.

- Disculpe..., ¿a cuánto da estos?- la mujer que se encargaba de venderlos la miró y se sorprendió al ver ese moretón en su ojo derecho.

- uh... bueno... son... 5 dólares ...- no pudo parar de verla, ella le dió el dinero, la mujer tomó el dinero y le dió aquellas gafas de sol, de seguro las quería para tapar aquella marca pensó.

-Gracias- dijo la joven para así ponerselos y seguir con su camino.

- A usted... - miró como se iba, definitivamente algo con la vida de esa joven no andaba bien, sin embargo no era su problema.

- ¡Lo sabía!, ¡esa mujer me miró muy extraño, de seguro que en el trabajo será igual o quizás peor!- eso pasaba dentro de su cabeza, qué podría hacer, su sentido de responsabilidad le decía que siguiese sin importar lo que piensen los demás, pero tenía miedo, miedo de que su tormento apareciera, se sentía sola e indefensa.

07:45

Esa era la hora que indicaba el reloj de la plaza en la que se encontraba sentada, no llegaría a tiempo, había fallado, pero luego de unos cuantos segundos, sintió un poco de alegría, quizás almenos hoy no pasaría ese infierno por el que siempre pasaba, excepto los gloriosos domingos que a ella le encantaban, solo por esta vez, por esta vez quería liberarse de su dolor, solo hoy...

- Un café con leche por favor - pidió la chico detrás de la barra.

- claro, puede tomar asiento mientras espera 

- Claro, gracias

Se sentó en una de las mesas vacías de ese café, su bebida llegó después de un minuto, dirigió la mirada a su bebida caliente, pensando.

- No fuí al trabajo..., podría decir que estába enferma , no habrá problema con el jefe, pero él..., a él eso no le importará...-

pequeñas gotas de agua empezában a chocar contra los cristales de la tienda.

Dejó sus pensamientos y solo sabía que debía de correr a casa, pero claro no sin antes terminar su bebida y pagarla.

Tardó un poco en salir de ese café, apesar de que sabía sobre sus tendencias a enfermarse con facilidad, se le ocurrió salir justo en un punto de que las gotas se convirtiesen  en pequeñas bolitas de hielo, la lastimaban conforme ella iba corriendo a su residencia.

-¡oh vamos! - exclamó al ver que no traía las llaves de su apartamento, ¿ahora  qué haría?.

Corrió viendo a distintos lados tratando de encontrar un lugar seco donde refugiarse de esa terrible granizada, mal día para llevar su respectivo uniforme, tacones, si hubiera ido a trabajar estaría ahora mismo en aquél edificio, no feliz pero al menos seca, su abrigo estába lo suficientemente "tocado" por esas pequeñas bolitas de hielo, como para seguir llevándolo puesto.

Llegó a un semáforo, quiso pasar al frente de la calle pero ocurrió otra vez.

-No puede ser...- en ese momento su corazón empezó a latir fuertemente, los vió, vió aquellos ojos que no la dejaban dormir por las noches, en ese momento solo se le pasó un pensamiento por su cabeza.

- Corre... - Y siguiendo esa idea dió media vuelta y corrió lo más fuerte que pudo.

-¿Será posible?,¿¡ por qué está aquí, acaso no es muy temprano para que salga del trabajo!?- dió media vuelta la calle, para descansar un poco, sabía que si una cosa no se le daba bien es correr, menos escapar de él, oh no él no.

- ¿Me siguió?- asomó su cabeza para verificarlo, no hubo nadie, pero sintió una leve respiración detrás suyo

- Voltea - una voz ronca pero nada desconocida para ella le ordenó que se volteara, ya sabía lo que pasaría, sintió como se iba el alma

La había alcanzado, una parte de ella sabía que sería así, después de todo nunca , incluso ahora , no pudo escapar de él, de aquel que no la dejaba dormir tranquila, nunca podría escapar de Shadow the Hedgehog.

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⏰ Última actualización: Mar 05, 2020 ⏰

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LATIDOS DEL CORAZÓN [shadow y tú]♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora