Lost By time

Break

Hide tenía una cita con Sakurai, unas partituras estaban dándole dolores de cabeza y lograba encontrar consuelo en los consejos que podía darle. Era curioso cómo lograba sincronizarse con Yoshiki para ir a los mismos lugares y visitar a las mismas personas sin ponerse de acuerdo.

Llamó a la puerta tras un corto viaje en auto y espero paciente a que el vocalista le abriera. Segundos más tarde apareció en el humbral de la puerta. —Hideto, te esperaba más tarde. —Yoshiki tenía apenas unos minutos de haber salido del departamento y realmente se le agitó el corazón a Sakurai. —Parece que acabas de ver una aparición, no estoy en tan mal estado; Sakurai.

Se invitó solo al interior observando cada rincón, como buscando algo que se le había perdido. —¿Estás con alguien? —Las cejas de Atsushi se arquearon y una sonora risa escapó entre sus labios, opacada solamente por el sonido de la puerta al cerrarse. —No, mi novia se ha ido por la mañana y no vendrá en estos días. Estoy más solo que el gato del vecino. Toma asiento, ¿Quieres una copa?

—Claro, que sea whisky porque lo demás me pone violento. —Le sonrió y se tiró en el sofá rebuscando las partituras.

—Tengo ya unos días con esto y me ha dado muchos dolores de cabeza, no logro arreglar la parte del coro. Quiero que suene como un coro al mismo tiempo diferente. —Cuando comenzaban una de estas largas charlas las horas podían pasar sin remedio y ellos apenas se darían cuenta cuando la luz de la mañana les anunciara que era un nuevo día.

Una docena de tragos después, desastre en la estancia y guitarras recostadas en el piso; habían terminado con el intento y mejoramiento de la música. —Oye Matsumoto es tarde para que vayas a tu casa y ya estás algo ebrio ¿por qué no te quedas?

—Sería lo más sensato ¿no? Pero ya me conoces, prefiero volver a casa en cuanto salga el sol, faltará una hora si acaso. —Atsushi rodó los ojos, era difícil lidiar con él niño interior de Hide y la mayor parte del tiempo lo dejaba ganar.

—De acuerdo, a ver si se te baja mientras amanece. Ya vuelvo, debo hacer una llamada, no te muevas demasiado. —Atsushi fue a su recámara para llamarle a Yoshiki y darle parte de su noche con Hide, pero no quería que el guitarrista escuchara.

—Saluda a tu novia de mi parte ¿Sí? —Por su parte Matsumoto se quedó ahí curioseando entre los estantes, libros, gavetas y papeles. Algunas cosas le parecían familiares y otras muy lúgubres hasta para él. Tras un recorrido de minutos dio con algo que sin duda conocía. Un anillo que él recordaba haber regalado a Yoshiki hacía unos dos años, lo tomó entre sus dedos y lo observó detenidamente para asegurarse de que era sólo su imaginación y se parecía a dicho objeto. Desgraciadamente no era su imaginación, el anillo tenía la inscripción en el reverso que él mismo eligió.

—Vaya. —Un nudo en la garganta impidió que pasara saliva y la cara se le pintó de rojo por el enojo. Hide no tenía idea de qué Yoshiki y Atsushi se frecuentaran ni siquiera de que fueran amigos y extrañamente ninguno de los dos había mencionado dicha amistad en ninguna de las ocasiones en las que se encontraron en eventos.

—Yoshiki todo está bien, él sigue aquí se irá en cuanto salga el Sol. –Se escuchaba en el teléfono aunque no lo suficientemente alto para que Matsumoto lo escuchara. —Sí no te preocupes, te llamaré cuando esté en camino.

Sakurai salió de la recámara y se encontró con un Hide que lo miraba directamente y balanceaba entre los dedos el anillo. —Veo que te frecuentas con Yoshiki ¿no es así? Me parece curioso que ninguno de los dos mencionara que son amigos. —Los ojos de sakurai se abrieron como platos, tardo un par de segundos y reclamos en entender porque se lo estaba diciendo.