four.

4K 562 42
                                    

Calum afrontaba su problema tatuando, era la única manera en la que podía mantener a sus manos y dedos distraídos.

Marcar su propia piel también lo ayudaba, pero últimamente recurría mucho a rascarse y la aparición de aquella chica de alguna manera lo hizo poner más ansioso.

"¿Estás bien?" pregunto ella al notar que el chico quedo viendo el vacio.

"Tú fuiste la que te dormiste de la nada hace un instante." repuso él en tono burlón.

"Si, pero por lo menos yo cargo una pulsera que explica mi condición."

"Claro porque siempre que una chica se desmaya en mis pies busco sus muñecas a ver que dicen sus pulseras."

América se sonrojo "En fin, no vinimos a discutir nuestros problemas."

"Tienes razón. Soy Calum por cierto, tu tatuador nocturno." y le sonrió.

"Soy América." contesto con su acostumbrada simpatía "He oído que eres muy bueno."

Él se encogió de hombros con modestia "Hago lo que puedo."

"Pero creo que hoy no es mi día, así que nos vemos cuando tengamos treinta." Dijo tomando su cartera y levantándose para irse "Gracias por no dejarme tirada."

"¿A dónde vas?" pregunto él curioso.

"A casa." respondió rendida.

"¿Te escapaste de tu hogar para nada?"

"No puedo controlarme sin mi adderall Calum, lo necesito, me tomo mucho tiempo reunir el valor para retar a mis padres y la cague dejando mis medicinas en casa."

adderall. chDonde viven las historias. Descúbrelo ahora