adderall. ch

ten.

América maquillo su ceja y consiguió la orden, en un abrir y cerrar de ojos estaban fuera de su casa junto al moreno conduciendo a la farmacia mas cercana.

Si ella era sincera consigo misma era como si en ese momento ya no la necesitara.

Como si se hubiera olvidado de sus problemas y al fin estuviera disfrutando de la noche sin preocuparse por dormirse de la nada.

Incluso agradeció su impulso de seguir al moreno.

Calum también se sentía aliviado al lado de la chica, como si rascarse hasta arañarse la piel ya no fuera una necesidad.

Él estaciono frente a la farmacia y ambos bajaron para comprar  su medicamento, no podía dejar de verla, tan hermosa y espontánea, se preguntó que tatuaje se haría alguien como ella, estaba a unos minutos de averiguarlo, cuando el teléfono de la chica sonó.

América visualizó la pantalla e hizo un mohín antes de contestar.

"Cálmate Megan, tu eres la perra que me dejo tirada" susurro alterada con el ceño fruncido. "Del uno al Charlie Sheen ¿qué tan borracha estás?" hizo una larga pausa para escuchar, ahora estaba preocupada "¿¡Qué!? Ya voy para allá."

"¿Qué sucede?" preguntó Calum mirándola fijamente.

América lo detallo antes de responder y en ese momento supo que él la acompañaría a donde fuera esa noche, aunque ella no quisiera.