Despedida de soltera O.S [Justin Bieber]

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***

Subí al segundo piso y me encaminé a la habitación de huéspedes como Hailey me había dicho; y al abrir la puerta me encontré con el tipo de abajo abrochando sus pantalones, sin camiseta o algo que le cubriera el pecho.

Mordí mi labio inferior involuntariamente. Al menos podía disfrutar mejor de la vista.

— ¿Te gusta lo que ves?

Lo observo sin decir palabra alguna.

— ¿Eres Amber? Oh espera, ya sé —lo miré curiosa — Eres su hermana, la que va a casarse y tirar su soltería por la borda ¿no es así?

Ruedo los ojos para después mirarlo mal. ¿Quién se creía que era? Definitivamente no me gustaba el tono con el que decía lo que yo estaba por hacer.

— ¿Cómo te llamas?

— Addison Jensen

— Un gusto, Justin Bieber —extiende su mano derecha hacía mi

— El gusto es mío —dije algo confundida

Acaba de bailarme de manera sexy hace unos momentos y ahora estaba saludándome formalmente.

Al hacer contacto con su mano sentí una ligera descarga eléctrica que me hizo sobresaltar, el no se percató en lo absoluto y agradecía eso.

— Y... puedo saber Addison ¿por qué estás aquí?

Fruncí ligeramente mi ceño.

— Es mi despedida de soltera... —dije obvia

— Perdón, no se entendió mi pregunta —empezó — Me refería a qué haces aquí, en este momento

— Oh... bueno, en realidad... —suspiré — Dijeron que...

— Te dijeron que podías pasar una noche de locura conmigo y decidiste venir —me interrumpió completando lo que quería decir

Asentí. Después de ese acto Justin sonríe hacía mi.

Sus labios están sobre los míos mientras soy empujada hacía la pared. Las manos de Justin recorren cada espacio de mi cuerpo al igual que las mías con el suyo.

Besa tan malditamente bien.

En estos momentos puedo decir que no siento culpa, probablemente mañana o en unas horas si la sienta; pero vamos, no he tenido sexo desde hace meses, también quiero divertirme un poco.

Levanto mis caderas para crear fricción entre nosotros. El gime en mi oído.

— No dejes marcas —digo — Por favor

Me observa en silencio y hace caso a mis palabras. Besa mi cuello sin succionar, puedo sentirlo.

Intenta colar sus manos por debajo de mi vestido, acaricia mis muslos para luego tomarlos y hacer que me cuelgue de el. Ahora pasa sus manos por mi cintura ya desnuda y llega más arriba dejándome sin aquella prenda.

Camina y me deja en la cama que estaba en la habitación. Observa mi cuerpo sin pudor, tengo la necesidad de cubrirme, pero no lo hago.

Me alcanza y vuelve a besarme, puedo sentir sus manos intentando buscar el broche del brasier encontrándolo con éxito. Sus húmedos besos que pasan desde mis labios, cuello hasta pechos hacen que mi organismo enloquezca.

— ¿Estás segura sobre casarte? —dice jadeante

— Si... —digo dudando

De pronto mi cuerpo está encima del suyo. Ahora son mis labios los que están en su cuello, dejando marcas notorias.

Como respuesta el gime en mi oído de una manera exquisita.

— No te juzgo, acepto tu decisión, pero... ¿no crees que eres muy joven? —hace una pausa — Es que wow, mírate, eres demasiado joven como para condenarte a un solo hombre

— Estoy más que segura. Amo a mi prometido

Estira su brazo y coge un preservativo. Puedo escuchar como se lo coloca y sin previo aviso me embiste, sin siquiera estimularme. Aún en esa posición comienzo a montarlo, gimiendo sin temor a que me escuchen.

¿Qué? Estoy disfrutando. Yo también necesito saciarme.

Cambiamos de posición, de nuevo. Las embestidas de Justin son variadas, aumenta la velocidad y sale despacio  o va a paso lento llenándome por completa.

Mis paredes empiezan a contraerse indicando que estoy a punto de correrme, pero lucho conmigo misma para no acabar tan rápido hasta que el me avisa que está a punto de correrse, y lo hace.

Suspiro satisfactoriamente colocándome a su lado.

— ¿Sabes? Si en verdad amaras a ese chico, no te hubieses enrollado conmigo