***
Luego de aquella cena Justin se ofreció a pagar la cuenta, a lo cual me negué rotundamente; ya que ella una cena de... amigos, bueno conocidos. Terminamos la botella de vino entre los dos y tengo que decir que no estoy en mis cinco sentidos en este momento.
Subimos al auto y nos encaminamos a mi apartamento, o eso creí. La ruta había cambiado al parecer.
— Tranquila —empezó — Estamos yendo a mi apartamento
Colocó su mano derecha en mi muso, dándole un pequeño apretón.
— ¿Los ratones te comieron la lengua?
— ¿Eh?
— Estás muy callada
No dije nada. Ya podía imaginarme lo que haríamos allí, si mal no estaba, pero definitivamente lo último que haríamos sería dormir.Solté una risa imaginando el momento provocando que Justin voltee a verme.
— ¿Qué ocurre?
— Nada... —mordí mi labio inferior — Solo pensé en algo...
Detuvo el carro cuando el semáforo cambió a rojo.
— No hagas eso
Fruncí el ceño.
— ¿Qué cosa?
— Morderte el labio
Para joder su paciencia me lo volví a morder.
— Addison deja de hacer eso si no quieres que te folle en el auto ahora mismo
Sus palabras me sorprendieron por lo confiadas que salieron. Hice presión en mis piernas, claro que me sentía excitada, al igual que el por en tono de voz que uso cuando me dijo aquella oración.
Entramos desesperadamente al ascensor y no perdimos el tiempo. Me empujó contra el espejo de este y empezó a besar mis labios de manera brusca, eso solo provocaba más ganas en mi. Nos separamos por falta de aire y al mismo tiempo llegamos a mi piso.
Abrí rápidamente la puerta del apartamento, entrando el atrás mio para cerrar la puerta de golpe volviendo a empujarme, solo que esta vez sus labios se dirigieron a mi cuello. Daba pequeños mordiscos a mi carne y yo solo podía soltar gemidos.
— Sabía que me llamarías para repetir
— ¿Ah si? —dije jadeante
Bajó el cierre del vestido que llevaba puesto y lo deslizó por mi cuerpo hasta quitármelo, me atrajo a el pegando nuestros pechos. Sus grandes manos me impulsaron a saltar sobre sus caderas, sabía que nos llevaría al sillón, en el camino pellizcó mis nalgas.
Me dejó en el sillón e intentó deshacer el nudo de su corbata, lo jalé hasta que quedó cerca a mi rostro.
— Déjame decirte algo Justin Bieber —susurré — Quiero que me folles como aquel día que nos conocimos. Duro y para nada suave
El tragó y se soltó quitándose las prendas que estorbaban en aquel momento, solo se dejó el bóxer y se acercó a mi de nuevo; tomándome por los brazos para sentarme encima de el.
— Eres una pequeña mandona ¿lo sabías gatita? —mordisqueó mi cuello — Quiero que grites mi nombre y que sepan que estuve aquí, haciéndote mía
Asentí haciendo caso a todo lo que decía.
Estiró su mano hacía donde estaban sus pantalones y sacó un preservativo, me lo alcanzó y se lo coloqué cuidadosamente masajeando su glande.
Me acomodé posando mis manos en sus hombros, el posó sus manos en mi culo y fui bajando lentamente hasta tratar de llenarme por completa. Su tronco era grande y no cabía todo dentro de mi. Besó mis pechos por encima del sujetador y luego lo tiró cerca a nosotros, tocó mi punto sensible y gemí ante su tacto.
— Justin...
Comencé a montarlo y gemí su nombre sin temor a que alguien cercano me escuche.
— Estás jodidamente estrecha gatita —dijo pegándome a el
Lamí mis labios mientras "saltaba" sobre el. Aumentó sus movimientos de manera inesperada haciéndome sentir un cosquilleo en la parte baja de mi abdomen. Jalé sus cabellos detrás de la nuca dándole a saber que me gustaba esto y que la excitación había nublado mis sentidos.
— N-no puedo a-aguantar más —jadeé
— Córrete para mi, gatita —dijo en mi oído
Esas palabras bastaron para que llegué al orgasmo. Justin llegó a los pocos segundos gimiendo mi nombre. Ambos estábamos agotados por la cena y por el climax, así que tomamos una pequeña siesta en el sillón, le di la espalda y el se pegó a mi acariciando mi cintura.
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Despedida de soltera O.S [Justin Bieber]
Fiksi PenggemarDespedida de soltera [short story] "Las mujeres también pueden caer en la seducción." Protegida por copyright© - Está clasificada como contenido adulto, si es necesario tienes que seguirme para continuar leyendo la historia