Official Min Yoon Gi. [Y.M]

033. ¡Fiesta de balas!

Nota: Antes de iniciar este capítulo me gustaría decir que este capítulo fue el "inicio" de toda la historia. Fue la primera visión o fantasía que tuve de este fanfic. Por eso digo que es importante de alguna manera porque de esa idea surgió todo :'v. Santo cielo en k me metí...

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Después de algunos quince minutos el chirrido de unas llantas despertó a JiMin de su muy pequeña siesta. Brincó en su lugar cuando YoonGi le dio vuelta al auto con brusquedad.

—No vayas a sentarte —demandante susurró YoonGi.

Este, adormilado, hizo caso y se quedó inmovilizado en los asientos para que quien fuese no lo viera o algo por el estilo.

—¿Qué pasa? —preguntó un poco asustado.

—No sé si saben algo, pero una patrulla nos viene siguiendo desde hace unos minutos.

—¡¿Porqué no me despertaste?! —se sentó de golpe causando que su cabeza doliera un poco y su vista se volviera nítida durante unos segundos.

—Por eso mismo, harías lo que se te diera en gana. Te dije que no te sentaras —su voz salió frustrada.

—Lo siento —habló mirando con detenimiento a través de las ventanas de atrás—, pero tengo que ver quién mierdas viene detr- ¡Son dos malditas patrullas Min YoonGi!

—Ves... Fue mala idea dar la vuelta, no te hubieras despertado y no hubieras entrado en pánico.

—¡No entré en pánico!

—Lo estás, deja de gritar. —Dijo bufando.

—¡¿Qué hacemos?! ¡¿Vuelvo a entrar a la cajuela y detienes el auto?! ¡Détenlo ya!

—¡No!, si lo hago me van a llevar a una sala de interrogatorio por ser sospechoso y todo se iría a la basura. Hay que esperar...

—¡¿A qué?!

—Cuando haya más autos en la carretera trataremos de perderlos. Faltan algunos minutos para las 7 en punto; a esa hora estudiantes y trabajadores van a sus escuelas o trabajos; será nuestra oportunidad para perderlos porque la mayoría irá en auto.

—¿Y si cierran las calles? —preguntó temeroso, comenzando a sudar—. Los autos no podrán pasar por esta carretera, YoonGi.

—Los oficiales no quisieron decirme qué era lo que pasaba, supongo que es de esperar que no avisen absolutamente nada y sólo las patrullas sigan a los sospechosos —contestó seguro de sí mismo, aún así su menor comenzaba a temblar—. Además, un día vi en televisión que tú no eres un delincuente que ataca cuando hay civiles. Esperas cuando no hay nadie escuchando o viendo.