Official Min Yoon Gi. [Y.M]

034. La llegada al paraíso.

JiMin procuraba cada cinco minutos que el hombre a su lado siguiera respirando. No era buena señal que se quedara dormido pero tampoco quería despertarlo.

No pensaba en nada más que en llegar lo más pronto posible a la mansión de SeokJin. YoonGi, antes de dormir le dijo que para llegar a la mansión siguiera ese mismo camino por unos 15 minutos.

Cuando los 15 minutos pasaron aún no encontraba la mansión. Suspiró frustrado y miró a YoonGi.

Su camisa estaba manchada de rojo.

Volvió a conducir siguiendo el mismo camino. No había absolutamente nadie en ese lugar. No se veían personas, autos o casas. Parecía un desierto a excepción de las tantas plantas verdes que estaban a los lados del camino. Este ni siquiera contaba con pavimento, sólo había huellas de ruedas de automóviles que podían guiar a la poca gente que encontraba ese lugar.

Cuando pensó en despertar a YoonGi para avisarle, el camino se transformó en una pequeña colina. Pasó por esta y encontró una gran mansión. No tenía grandes habitaciones o grandes decoraciones, en lugar de eso, tenía plantas alrededor de esta como si estuvieran adheridas a la mansión, creando una bonita vista gracias a la naturaleza. Su techo era de color rojo, las paredes hechas de ladrillos, un garaje y unas ventanas grandes en el piso de arriba, y una gran puerta dando la bienvenida a cualquiera que pasara por ahí.

Si daba tan vistas espectaculares por fuera esperaba quedar más impresionado con lo que estuviera dentro de la mansión.

—Bingo.

Sin perder el tiempo se quitó el cinturón de seguridad y corrió hacia la puerta, la golpeó y después de unos minutos SeokJin abrió la puerta.

Mostraba una sonrisa encantadora pero está se borró al ver la cara de preocupación de JiMin.

—¿Y Yoon-

—Está en el auto. Le dispararon en el antebrazo.

SeokJin fue hacia el auto con rapidez siendo seguido por JiMin. Le quitó el cinturón y entre los dos hombres levantaron a YoonGi y lo llevaron hacia una de las habitaciones del piso de abajo de la casa.

—Con cuidado —el mayor le dijo antes de que los dos lo acostaran en una cama—. ¿Supiste si la bala salió de su antebrazo?

—N-No lo sé.

—De acuerdo, ahora vengo, no lo despiertes —JiMin asintió y se sentó en la cama a un lado del azabache.

Su mirada no quería apartarse del estómago de YoonGi. Veía como este bajaba y subía débilmente. Le entraron ganas de llorar cuando se imaginó que su estómago ya no subía más y que ese era su último suspiro.

SeokJin llegó con una caja de tamaño mediano, transparente, y con un cuchillo en la mano. JiMin se sorprendió y el remordimiento se hizo más grande, ¿Qué rayos tramaba?

El mayor se sentó en una silla que se encontraba a un lado de la cama.

—Quítale la camisa JiMin. —Ordenó al menor y este lo hizo, mientras que el mayor abría la caja—. Y cierra la puerta por favor.

JiMin se levantó y la cerró. Volvió al mismo lugar y se sentó.

SeokJin ya tenía unos guantes de látex puestos. Cuando encontró la herida de bala, cogió el cuchillo y con sumo cuidado lo metió dentro del pequeño orificio, dió unas cuantas vueltas al cuchillo en el mismo lugar. JiMin miraba atento con el ceño fruncido y se mordía los labios por ponerse en el lugar de YoonGi. SeokJin tenía el ceño fruncido pero debido a la concentración que usaba para abrir un poco más la herida y pudiera encontrar la bala.