Sabemos quienes los mataron.

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-6 años más tarde-.

Aún seguía viviendo con mi madre. Iba a clases aunque seguí haciendo las mismas tonterías allí. No me gustaba ir a clases pero iba por no disgustar a mi madre. Los profesores ya estaban hartos de mi. Un día a la hora del descanso estaba sentada en un banco mientras mordía mi manzana. Desde lejos vi como dos chicas se acercaban a otra, la chica a la cual se acercaron siempre permanecía sola, por que la gente decía que era una ¨rarita¨, ya que siempre estaba estudiando y sacaba muy buenas notas en los exámenes. Las dos chicas, comenzaron  a burlarse de su aspecto. Las observaba desde lejos, con el ceño fruncido, odiaba que se metieron con los demás. Una de las dos chicas le tiró su comida al suelo y comenzó a reírse a carcajadas. Todos los que estaban allí miraban la escena, algunos se reían y otros la miraban con cara apenada. Apreté mi puño y conté hasta diez, no quería montar un espectáculo. Pero la gota que colmo mi vaso fue cuando la chica con la cual se estaban metiendo pidió que por favor se marcharan y la otra chica que se reía de ella le golpeó en la cara. Me levanté de un brinco y corrí hasta las dos chicas, todo el mundo me miraban fijamente. Agarré a la chica que le había golpeado por la muñeca y se la doblé hacia atrás.

-¿Te gusta meterte con la gente?.-Le susurré-.

-Ella giró la cabeza hacia mi mientras hacia una mueca de dolor-. ¡Suéltame ahora mismo!.

-¿Qué crees que estás haciendo?.-Dijo la otra chica y lanzó su puño hacia mi-.

Giré mi cuerpo hacia el lado y le di una patada a la otra chica tirándola al suelo. Todos los que yacían en el patio nos miraban con cara de asombro y se acercaban más hasta donde nosotras nos encontrábamos.

-Apreté más la muñeca de la chica-. Como vuelvas a meterte con ella o con otra persona, te partiré las piernas. ¿Me oyes?.-Grité-.

-Sí, perdón...-Ella dio un pequeño grito-.

-Le solté la muñeca-. Conmigo no te tienes que disculpar, pídele perdón a ella.-Señalé a la chica a la cual golpeó-.

-Agachó la cabeza-. Perdóname, no lo volveré a hacer.-Dijo, su voz temblaba al igual que sus piernas-.

-Esta bien.-Dijo la chica algo nerviosa-.

Las dos chicas salieron corriendo del patio. Me acerqué a la chica la cual golpearon y me senté a su lado.

-¿Te duele?.-Dije señalando donde la golpearon-.

-Estoy bien, gracias por lo que has hecho.-Ella sonrió tímidamente-.

Todos comenzaron a aplaudir mientras gritaban. Los miré y hice una reverencia.

-Gracias audiencia.-Sonreía-.

La chica de mi lado rió.

-Y, ¿Cómo te llamas?.-La miré sonriendo-.

-Me llamo Katie, ¿y tú?.-Ella me miró-.

-Me llamo Dafne.-Sonreí-.

Desde ahí formamos una buena amistad. Katie me ayudaba con los estudios y yo a ella le enseñaba como defenderse. Ella era una amiga increíble, tampoco puedo decir mucho es la única amiga que he tenido. Estaba con Katie en el patio cuando  varios chicos se acercaron. Levanté la cabeza y arqueé una ceja.

-¿Queréis algo?.-Uno de los chicos hundió su mano dentro del bolsillo de su pantalón-.

-Tenemos algo que ofrecerte.-Dijo el chico rubio-.

-¿Ah sí?, y ¿que es?.-Les miré algo curiosa-.

-Sabemos quien mató a tus padres.-Dijo el chico de piel  morena-.

|Jodida venganza.|Where stories live. Discover now