Prólogo

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-La inspectora Goyo, con su melena castaña y sus ojos azules, es la mejor en lo que hace, salva vidas, resuelve casos y además rellena los informes... No es muy alta, es especialmente baja pero eso nunca importó. Además era delgada y así podía colarse por los huecos pequeños. Pero en este último servicio todo se fue al garete...  Conseguimos atrapar a Normando, el asesino en serie más buscado, pero, ella sufrió graves daños...

Era un día oscuro y deprimido cuando Goyo y Max entraron en la escena del crimen, el forense les entregó el informe, y se fue maldiciendo hacia sus adentros, Soledad, 25 años, cirujana plástica, muerte por desangrado.
-Es sorprendente que esté tan limpio de sangre. - dijo el forense.
El señor Felipe era muy amigable, le pasaba algo... La víctima había sido desmembrada y tenía sus brazos dentro de la boca eso era típico de Normando, además formaba una N con las extremidades. Normando elegía cuidadosamente a sus víctimas, todos se comían sus extremidades más usadas, un médico sus manos, un acróbata sus pies... Buscando pistas se dieron cuenta de que había una pequeña escama en la boca de la víctima. Era de piel de cocodrilo. Y sólo una persona en toda Frusca, nuestra bonita ciudad, tenía pieles de cocodrilo, la señora emperatriz.

Mientras nos concedían la orden Goyo y Max fueron a tomar un café al Gorgon Cof Cof.
-No te cansa ser tan calvo y gordo, Max? - Goyo tenía fama por ser MUY directa.
-Aunque parezca que no, este cuerpo no es fácil de conseguir, y la calva es para que los problemas reflejen en mí y se dispersen.
-Max, eres demasiado alegre. ¿Nunca te has enfadado?
-La verdad es que no, mi querida Goyo. Anda mira, Felipe me ha dicho que ha encontrado un cupón del Yux en la taquilla de la víctima. Vamos a mirar?
-Adelante Max, yo invito aquí, pero tú invitas en el Yux.

La Inspectora Contra El Caso NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora