La Inspectora Contra El Caso N

Capítulo IV "Max"

Mientras la inspectora y Dexar le hacían una visita a la Emperatriz, Max estaba recuperándose en el hospital...
Cuando nadie estaba mirando, Max se retiró una bolsa de sangre vacía que le llevaba molestando varios meses y por fin vio la oportunidad saltó por la ventana a un contenedor que había debajo de su habitación.
De una bolsa de provisiones cogió un walkitalkie y una pistola, y corrió.
Se escucha un escopetazo.
Los médicos se sorprendieron y salieron a mirar y no encontraron nada...

-N, contactando con Mono 01, ¿Me recibes?
-Alto y claro, N.
-¿Has abatido al objetivo dorado?
-Claro señor, esta vez se ha comido sus preciosos vestidos de oro. Muerte por intoxicación, señor. Además he dejado una pista sobre la siguiente víctima. La placa de Max, el policía. Mis hermanos ya le han pegado el tiro, según me comunican. Tardarán en encontrar el cuerpo. Cambio y corto. - Concluyó Mono 01.
-Bien esto empieza cobrar forma...- descuelga el walkie.
Mono 11 llame a Mono 007. Necesitamos espiar a otro sospechoso, la forense Penélope López. Podría suponer un problema...

Mientras tanto en el escenario del crimen Goyo, López y Dexar investigaban a la Emperatriz.
-¿Era una Emperatriz de verdad?- preguntó López.
-Se hacía llamar Señora Emperatriz, solo era una diseñadora de moda, y muy prestigiosa.- contestó Dexar.
-¡NO ES POSIBLE!-Gritó Goyo.
-¿Qué pasa? - preguntaron Dexar y López al unísono.
-Está placa es de Max...- dijo tapándose la boca.

Corrieron al Hospital, vieron a otro mono.
-Coño, este mono es como la señora rabbit de Peppa Pig, está en todos lados- dijo Goyo.
Fueron a la habitación de Max y vieron una bolsa de sangre, la ventana abierta y un cadáver en los contenedores de basura.
-Ahora que lo pienso... Felipe dijo que Soledad decía un nombre por M...- Dijo Goyo
-No será de Max, ¿no? - preguntó Dexar.
-Vamos a ver el cadáver- por una vez todos estaban de acuerdo.
-Está claro que es Max, regresemos e informemos. - dijo López, arrastrando a sus compañeros.
-Entonces el culpable no es Max, ¿no?- preguntó Goyo con un atisbo de esperanza por su amigo.

Ya en comisaría López los apartó en su laboratorio y les dijo,
-Ese hombre no es Max, llevaba una careta, muy buena por cierto.