Cap. 13

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La chica miró a los 12 masculinos que se hayaban en la enorme habitación de esa escuela. Por un momento reconoció los rostros y las voces pero fue difícilmente que los reconociera, sus recuerdos no eran lo suficientemente fuertes y claros.
Pasarían días para acostumbrarse a esa escuela de entrenamiento mientras que en el olimpo se mostraba a una diosa de cabellos lilas sentada en lo que eran los jardines del olimpo, estaba desanimada, sin ganas de hacer algo divertido aunque ya no hablaba mucho con Pallas ni con sus demás hermanos, tampoco con su padre ni con los titanes, con ningún miembro del olimpo daba la cara ni sus palabras.

—Athena, tenemos que hablar antes de la junta —dijo la encargada de la luna, hermana mayor de la diosa Athena. —Comprendo que ahora te sientas así por que ya no estás en la tierra

—Para que quieren que vaya? Es sobre la vida en la tierra? De algún modo ya no me interesa.

—Athena este asunto es importante, al parecer tus caballeros ya entablaron una relación amistosa con nuestra hermana menor. La tienen protegida en Palaestra.

—Y eso que?

Artemisa estaba confundida y lo mostró con su rostro para sentir que las demás divinidades ya estaban por reunirse —Ven conmigo la junta esta por empezar.

La tomo de la mano cariñosamente como niñas caminando en los jardines floridos mostrando sonrisas.

—Poseidón, que placer es verlo otra vez hermano. —Le dijo Hera dándose un poco de aire con su abanico de plumas. —Solo fueron días para mí aunque pienso que años para ti.

—De eso no hay duda, vivir en el olimpo es una vida rápida, en los océanos la vida es intermedia. —sonrió levemente mientras que sostenía el magnífico tridente. —Y Athena como se encuentra?

—No lo sé, pero tampoco me interesa saberlo, desde que abandono la tierra ya no nos, dirige la palabra.

—Yo me sentiría igual si me quitaran mis dominios, como también vivo en la tierra de parte mortal entiendo y ahora comprendo que los humanos no son malvados del todo.

—Poseidón, tus argumentos con los humanos son desde el corazón? —pregunta la diosa del amor de rubios cabellos.

—Si lo son. Algunos son malos y no pueden cambiar sin embargo los que alguna vez fueron malvados se han convertido en seres muy felices y buenos. —tomó asiento en el trono correspondiente. —Tal vez sean tontos pero son astutos, ahora entiendo todo lo que hacía Athena por la tierra.

—Te apoyo.. —comentó Afrodita —Y  no te incomoda que al respecto de las guerras con Athena al fin lo comprendíste?

—Tal vez pero no creo que sea necesario sentir incomodacion por algo que sea lo correcto.

A lo largo que los demás dioses llegaban la conversación entre esos tres ya había terminado, Athena había llegado con Artemisa mientras que Ares venía con los demás. Sin improvisto Hades ya se encontraba en el recinto de Zeus hablando seriamente del "asunto" que más le importaba al Averno.

—No me sirve que la hayas puesto en esa familia que no la ayuda en nada —decía el peli negro cruzándose de brazos. —Ella no tenia que estar en ese lugar.

—No te preocupes Hades, en unos momentos o quizás días ella pueda estar aquí —lo miró y apareció una sonrisa en el—Me sorprendió que hayas mandado a tus espectros a vigilar a la chica. Aún cuando nisiquiera esta en el castillo como ordenaste.

—Un caballero se adelanto y se la llevó, pero puedo estar tranquilo que ella está con ellos y está a salvo.

—Vaya... —musitó el rey de los Dioses —Desde los tiempos mitológicos nunca te habías preocupado por Perséfone pero ahora veo que ese mal genio y carácter te han convertido en un dios benévolo.

El Amor de HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora