Capítulo 2: Atenuando el dolor y mi revelación...

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Una mañana nublada, creo que el día sabía también de lo que sucedía en la casa Loud.

No dormí desde que Linky vino de su cena con Christina, él tampoco llegó a dormirse, solo me dio la espalda mientras pensaba en una razón para continuar con su vida, lo de Christina sí que lo estaba carcomiendo por dentro.

Me volteé a mirarlo, entonces inconcientemente lo abracé, se puso nervioso, volteo, me miró y me dijo:

-Hermanita...terminé con Christina, no sabes cuánto me duele saber que mis siete años de relación, ella los ignore y me deje, yo solo le hice una propuesta, la cual era lógica, por todo este tiempo con ella, pero ella me dijo que ya no me amaba que lo que hacía bello nuestro amor se acabó, además me dio a entender que conmigo no iba a tener un buen futuro...

Se puso a llorar nuevamente, yo solo me senté, me recargue en el respaldar de la cama, lo tome de los hombros y lo abracé, él estaba tan dolido que era liviano, me dolía en el alma verlo así, solo me quedaba algo y eso era consolarlo, le dije:

-Hermanito ya no llores, la vida es una, no tienes porqué pensar que sin ella no vas a poder hacer nada, hay más peces en el mar, no pienses que tú fuiste el culpable del fin de la relación, tú diste todo de ti por llevar esa relación a otro nivel, algo que sellaría su relación, pero nada es perfecto Lincoln, debes saber que algunas personas no les gusta cargar con la responsabilidad, sabes...he adivinado que era matrimonio lo que le ibas a pedir, eso es una gran responsabilidad por parte de los dos, pero más que eso es demostrar que tanto se conocen y se aman, así que hermanito, te pido que no derrames más lágrimas por ella, no mereces sufrir, por favor Linky.

Lo abracé con una ternura inconmensurable, él estaba tan metido en su tristeza que no se dio cuenta que su corazón comenzó a latir al estar cerca a mí.

Entonces él por fin se durmió, pero también se quedó pensando en mis palabras, no sabría que esas palabras lo llevarían a un sendero donde de verdad estaría su amor verdadero.

Yo lo eche con cuidado, salí de manera silenciosa, al cerrar la puerta, afuera estaba Luan y Leni, se sorprendieron al verme salir, me preguntaron que pasó adentro.

Les tuve que decir la razón de sus llantos, y le conté lo que me dijo y lo que deduje, ellas se sorprendieron, no creían que su hermano podría pedirle eso a alguien, ellas suspiraron, esperaban hablar también con él, ellas no iban a decirle nada a nadie hasta que el agarrara valor y lo contara.

Y así paso el tiempo, en esa semana, él contó lo relacionado a su ruptura con Christina, todas lo consolamos, él necesitaba tiempo.

Nuestros padres llegaron de viaje, se enteraron, mamá lo consoló diciéndole que la indicada llegaría, papá le dijo para ir al lago a pescar, eso solo significaba charla de padre e hijo.

Al llegar al lago se sentaron de espaldas cada uno, mientras esperaban que un pez muerda el anzuelo, papá le decía que el amor es como pescar, puedes sostenerlo con la caña pero si el pez se escapa es por dos cosas o porque no supiste mantenerlo o él no está listo para ser pescado, pero cuando algo caiga en el anzuelo, no debía dejarlo ir porque era el indicado.

Lincoln pensó que quizás esa metáfora era algo confusa pero pasar tiempo con papá, le hizo sentir mejor.

Así paso un mes Linky daba signos de estar mejorando pero aún por las tardes subía al ático a mirar el cielo y el anillo que le compró.

Yo al notar todo eso decidí hacer algo, él subió a la azotea se iba a sentar y en eso me ve sentada.

Me pregunta por qué estaba sentada ahí, le dije que quería apreciar el cielo, se sorprendió, se sentó a mi lado, entonces le pregunté el porque venía aquí todas las tardes, me dijo que venía para poder imaginar si ella le hubiera dicho sí, pero mirar al cielo lo hacía también relajarse.

Mi Pequeño gran Amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora