Entré en el bar de Azael, y noté que muchos de los nuevos Caídos de la ciudad me miraban, aunque no comentaron nada y simplemente observaron mis movimientos. Ashley corrió hacia Turel para abrazarla, como solían hacer siempre, a pesar de que ahora vivían juntas y pasaban prácticamente todo el día juntas.
Dado que no queríamos que Ashley viviera sola, especialmente con la posibilidad de que mis hermanos pudieran ir por ella en cualquier momento, tomamos la decisión de que viviera conmigo o con Turel. Sin embargo, no podía mantener la calma si mi hermano y Ashley estaban en la misma casa, sabiendo las intenciones de Gabriel, así que optamos por que Turel se mudara con ella.
Lancé una mirada fugaz hacia aquellos que me miraban con odio, sabiendo que no era bienvenido en ese lugar. Decidí salir de allí para evitar causar problemas a Azael, especialmente teniendo en cuenta que mi novia estaba dentro del bar.
Me dirigí hacia mi coche y me senté en el asiento del conductor, relajándome mientras miraba hacia el final de la calle. La puerta del copiloto se abrió, pero ni siquiera me inmuté; ya sabía quién era.
—¿Estás bien? — preguntó, echando el asiento hacia atrás para tumbarse. Fruncí el ceño al darme cuenta de que no era quien creía —. Sé que esperabas a tu novia, y no estabas equivocado, ya que venía corriendo hacia aquí, pero quería hablar contigo antes — dijo, posando sus pies sobre el salpicadero mientras miraba el techo.
—Tú dirás... — suspiré.
—¿Sigues atento a tus hermanos? — asentí ligeramente —. ¿No crees que ya va siendo hora de que te relajes? Te veo todo el día preocupado, como si estuvieras obsesionado con Ashley. Entiendo por qué, pero creo que tú también deberías descansar mental y físicamente — me masajeé el puente de la nariz, reconociendo que tenía razón.
—El problema es que no puedo relajarme cuando mi padre quiere matarla o ir a por alguno de vosotros. Solo de pensar en eso me destroza mentalmente aún más — expliqué —. Y lo que me preocupa es que no he tenido ninguna señal o información desde entonces, lo que me hace pensar que están planeando algo o...
Mis pensamientos se entremezclaban en un torbellino de ansiedad.
Sabía que debía encontrar una manera de proteger a Ashley de mi familia, pero la incertidumbre y la falta de información me agobiaban. No poder relajarme era una carga constante sobre mis hombros, afectando tanto mi mente como mi cuerpo.
Observé a través del parabrisas empañado por la lluvia, sintiendo cómo la tensión se acumulaba en mi interior. Necesitaba respuestas, necesitaba encontrar una forma de detener a mi padre y asegurarme de que Ashley estuviera a salvo. La idea de que pudieran estar tramando algo en silencio me mantenía en alerta constantemente, sin permitirme un respiro.
Suspiré profundamente, intentando encontrar algo de calma en medio del caos. Aunque sabía que descansar sería beneficioso para mí, no podía permitirme bajar la guardia. Debía seguir vigilante, preparado para enfrentar cualquier amenaza que se presentara.
—O que no quieren volver después de que les hayas arrancado las alas y matarás a Uriel — se incorporó —. Además, el regreso de Ash de una manera tan extraña, sin que sepamos cómo sucedió o qué pasó durante ese tiempo... Me hace pensar que tu padre la dejará en paz durante un largo tiempo — observé cómo pequeñas gotas de agua impactaban contra el parabrisas.
Las palabras de Azael resonaron en mi mente, suscitando una mezcla de emociones en mi interior. La idea de que mis hermanos no quisieran regresar después de lo que había sucedido, después de la confrontación que los había llevado a perder sus alas y, en última instancia, a la muerte de Uriel, era muy gratificante.
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Luzbel ( 2° Parte ) ||En Físico||
Teen FictionAshley se enfrenta nuevamente al Altísimo y los Arcángeles, pero una dolorosa verdad amenaza con destruirlo todo. Amor, Pérdidas Y Mentiras convergen en una historia llena de revelaciones impactantes. ¿Podrá Luzbel encontrar la fuerza para superar l...