Luzbel ( 2° Parte ) ||En Físico||

Capítulo 15

Ashley

Caminé por aquellas calles desconocidas, con la angustia y la incertidumbre apoderándose de mí. Cada paso que daba parecía llevarme más lejos de mi objetivo, sin saber muy bien a dónde dirigirme o qué hacer. La desesperación crecía en mi interior, nublando mi mente y entrelazándose con la rabia que ardía en mi pecho.

Fue entonces cuando vi a alguien sentado en un banco, a lo lejos.

Un destello de esperanza surgió dentro de mí, impulsándome a acercarme rápidamente en busca de respuestas, pero cuando estuve lo suficientemente cerca, me detuve en seco. Mi corazón se aceleró y mis manos comenzaron a temblar descontroladamente al darme cuenta de quién era esa persona.

-Tiempo sin vernos... - sonrió, recostándose con una actitud despreocupada.

-¿Qué...? - tartamudeé, confundido por su presencia inesperada.

-No puedo explicarlo, porque yo tampoco lo sé - se encogió de hombros, desviando la mirada hacia el entorno -. Siéntate - accedí a su invitación y me senté a su lado, sin apartar la mirada de su rostro intrigante -. Por lo visto, te han secuestrado... - asentí en silencio, observando a las personas que paseaban a nuestro alrededor, ajenas a nuestra presencia.

-Sí, así es... no estoy segura de qué hacer - susurré con incertidumbre -. Cualquier elección que haga parece ser la equivocada.

-¿Y qué importa? ¿Qué es lo que realmente quieres tú? ¿Qué te haría feliz a ti, Ashley? - abrí la boca para responder, pero dudé, sin estar seguro de cuál era mi verdadero deseo -. Tal vez deberías comenzar a mirar más por ti misma, porque cuando llegue el momento de la verdad... - me miró intensamente -. Solo estarás tú.

-Tengo a Luzbel y a los chicos...

-Sí, es cierto - asintió -. Pero la única que puede enfrentarse a la realidad eres tú. Da igual que ellos te ayuden, porque en tus pensamientos y decisiones estarás sola - bajé la mirada hacia mis manos, manchadas con un rastro de sangre.

Mis pensamientos se volvieron turbios mientras luchaba por encontrar respuestas y soluciones. La culpa se aferraba a mí como una sombra constante, recordándome una y otra vez las consecuencias de mis acciones. Las lágrimas brotaron de mis ojos y cayeron sobre mis manos, una expresión visible de mi angustia y arrepentimiento.

-La culpa me está destrozando y aunque sé que Grigori se ofreció, fui yo quien los llevó hacia una muerte segura - sollocé -. Estoy llegando a un punto en el que me estoy replanteando mi vida - confesé con voz temblorosa, mirándolo fijamente.

Él me observó con ojos entrecerrados, y su pregunta resonó en el aire cargado de tensión.

-¿Y por qué no has terminado con ella?

Tomé una profunda bocanada de aire, sintiendo cómo mis emociones se agolpaban dentro de mí. Busqué una respuesta honesta y sincera, algo que pudiera explicar mi lucha interna.

-Por Luzbel - sonrió de medio lado, haciendo referencia a mi relación con él y cómo eso me brindaba una motivación para seguir adelante.

-Entonces ya tienes una meta para seguir viva. No dejar solo a tu novio - comentó encogiéndose de hombros, reconociendo que ese lazo afectivo era un motivo poderoso para enfrentar mis ideas dañinas.

-Es fácil decirlo, pero ¿cómo me enfrento a todo esto? - me levanté del banco, quedando frente a él, buscando respuestas en su mirada -. No me siento fuerte, no me veo capaz de vivir de esta manera. Y, sinceramente, ya ni siquiera sé quién soy... - mi voz se quebró, expresando mi confusión y desesperación.