5. Una idea brillante.

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POV Harry.

Fue esta vez Herms la que contestó.

— Iremos los cuatro a pasear y cuando ya estemos sofocados, iremos al lago y nos pegaremos un chapuzón.

Me pareció bien la idea solo de pensar en ver a su hermosa pelirroja en bañador.

De nuevo "¿QUÉ? "

— ¡Pero la señora Weasley no nos dejará! — en lo que yo decía eso la señora Weasley entró en la cocina — ¿Señora Weasley? ¿No nos dejaría ir...?

— ¡Por supuesto que sí, Harry!

— Pero, señora Weasley, tú sabes, los mortífagos...

— No pasa nada, Harry, no me importa. Será mejor que salgáis. Tanto tiempo encerrados os hará mal. Pero procurad no alejaros mucho del campo de seguridad y tened mucho cuidado. — añadió con una sonrisa. Esa era su forma de contribuir en el plan. Harry se iría con Ginny y Hermione aprovecharía para estar con Ron. Ella se daba cuenta de todo.

— De acuerdo, señora Weasley. — murmuré.

— Vamos, Harry, alegra esa cara. — Ginny me cogió la mano y me la acarició.
De inmediato, una amplia sonrisa se extendió por mi rostro y vi como Ginny me la correspondía.

— Vamos ya, tórtolos. Hay que cambiarse. — Dijo Hermione y vio cómo los dos aludidos se sonrojaban y sonrió, satisfecha. Ron la miró con las orejas coloradas y una mirada asesina. Al igual que Harry. Y subieron, cada uno a su habitación, la que compartían, a coger la ropa para cambiarse.

POV Ginny.

Cogí un bikini, el que había estado usando este verano, azul oscuro. Y fue al cuarto de baño. Por suerte, llegó la primera y entró sin problemas.

Empezó a desvestirse. Se puso la parte de abajo del bañador y se puso un pantalón vaquero corto.
Alguien tocó la puerta y supuso que Herms.
Se quitó la camiseta vieja de Ron, de los Chuddley Cannons, que había tomado por pijama y se dio cuenta de que se había olvidado la parte de arriba del bañador en su habitación. Molesta, cogí la camiseta en una mano y salí del baño en medio de quejas. Lo que vio en la puerta lo dejó paralizada y sonrojada, estaba tan roja como su pelo.

Se miró, estaba medio desnuda.

POV Harry.

Subí corriendo a su habitación a coger el bañador pero cuando bajo al baño del piso inferior ya estaba ocupado. Tocó a la puerta, no hubo respuesta, se imaginó que era Herms.

A los 30 segundos salió una personita chiquitita y pelirroja. Está bajo la mirada y se sonrojó. Yo, al darme cuenta también me sonroje y no pude quitar la mirada hasta que Ginny reaccionó y se tapó con la camiseta vieja de Ron.

Harry giró la cara, incómodo. Recordó lo que había sucedido.

Estaba esperando y se abrió la puerta, tras ella, estaba Ginny, solo cubierta en la parte de arriba con un sujetador de encaje negro, me sonroje más aún al recordar, y tragó saliva, su sujetador era medio transparente. Se quedó embobado has que Ginny se tapó.

— ¿Harry? ¿Sigues ahí? — era Ginny sacándole de su trance. Levanté rápidamente la vista de sus pechos y la miré a los ojos con vergüenza.

— Si, Ginn — ella sonrió al escuchar su diminutivo — Estoy aquí. ¿Qué pasa?

— ¿Puedes ir a mi habitación y coger el bañador azul oscuro que hay sobre mi cama? — preguntó.

— Claro. — y salí corriendo.

Al llegar al cuarto de la pelirroja tocó a la puerta y se aseguró de oír un suave "pasa" por parte de Hermione. No quería encontrarse a su amiga en la misma situación que a Ginny. Todavía sonrojado, entró en la habitación. Encontré a Hermione totalmente vestida y echada sobre la cama leyendo, por suerte.

— Hola, Herms. — Hermione estaba asombrada.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó sorprendida. — Pensaba que eras Ginny.

— No, pero me manda Ginn. — respondí yo.

— ¿Ginn te manda, no? — dijo Hermione con burla, pero realmente enternecida por lo enamorado y ridículo que se veía su amigo. — ¿Por qué? Y, ¿Por qué estás sonrojado? — Hermione lo miró sospechosa y desconfiada. Y tenía razones. Yo notaba como seguía sonrojado hasta la coronilla, furiosamente.

— Sí, exacto, Ginn me manda. Y respecto a lo otro, no me pasa nada, Herms. No me pasa nada. — Cogió rápidamente el bañador de Ginny, por lo que ella se extrañó, y salió corriendo de la pequeña habitación.

Llegó al baño y tocó la puerta. Se abrió y la menuda pelirroja asomó la cabeza.
Le pasé el bañador y me di la vuelta, cuando algo me agarró del brazo.

Era Ginn, otra vez semidesnuda pero, esta vez, la camiseta tapaba sus pechos.

— Harry, siento mucho lo de antes, yo... — dijo nerviosa y sonrojada, pero con la mirada firme en sus ojos y brillante.

— No lo sientas, preciosa. — Le dio un beso en la mejilla, a milímetros de sus labios, y salí de allí. Dejé a Ginny parada en la puerta y bastante sonrojada.

Ron salió de la habitación, ya que él se había cambiado y vestido ya. Harry se quedó a solas en la habitación y, después de vestirme rápidamente me eché en la cama a pensar.

El momento en el que vio a Ginny había pasado a ser uno de sus mejores momentos. Ella era preciosa, hermosa y perfecta.

Salió de la habitación y fue a reunirse con sus amigos en la cocina. Allí estaba Ginn, hablando con Herms, parecía que era algo incómodo. En cuanto me vio se alejó de ella y vino corriendo hacia mí, con una sonrisa enorme que no había estado segundos atrás.

— ¡Vámonos! — Y, tomándolo de la mano, salió por la puerta arrastrándome a mí con ella. — Adiós, ma. No llegaremos tarde.

— Adiós, Ginny, querida. — le respondió la señora Weasley desde algún lugar de la casa.

Y así, salieron hacia lo que parecía, un grandioso y genial día, que incluirá: un largo y sofocante paseo seguido por un baño en el lago, miradas incomodas y enamoradas y bastantes momentos inolvidables para todos.


HOLA, soy CrazyLestrange y de nuevo, este en mi primer fanfic.

Este capítulo es un poco incómodo y vergonzoso.

El que viene se viene fuerte y un poco pervertido.

Si les gustó no olviden votar y comentar, si tenéis alguna crítica, sea CONSTRUCTIVA o NEGATIVA, por favor siempre con respeto.❤️

Atte:

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