15. Una buena noche.

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POV Harry.

Tocaron a la puerta de la habitación que compartía con Ron mientras estaba echado en la cama "leyendo" un libro que me había recomendado Hermione. Por eso cuando pasó lo siguiente no me importó interrumpir mi "lectura". Estaba por dormirme y en pijama.

— Pasa, Ron. — dije en un tono de voz un poco más fuerte para que Ron me escuchara al otro lado de la puerta — ¿Ya te has rendido de insistirle a Herms?

Y cuál no fue mi sorpresa al encontrarme a Ginny abriendo la puerta y diciendo, mientras se acercaba a la cama de Ron:

— Yo diría que más bien lo contrario, porque se ha quedado durmiendo frente a la puerta.

— Vale... — contesté dubitativo. Ella me miró mientras se sentaba en la cama. — Oye, no es por ofender, pero... ¿Qué haces aquí?

— ¿Pues sabes qué? Me has ofendido. — dijo ella poniendo cara de fingido dolor.

— Lo siento. — respondí rápidamente pese a eso.

Ella rió.

— Vale, ahora que ya te reíste de mí, ¿me contestarías a mi pregunta?

— Claro, Gafas. — Ginny se levantó de la cama de Ron y se sentó en un lado de la mía, mientras me daba un trozo pequeño de pergamino.

Lo leí. No pude evitar pensar y quedarme un poco confuso con lo de "... Sé que te haría un favor... ". ¿Qué quería decía aquello?

— Así que hoy dormiremos juntos, Ginn. — dije con una sonrisa enorme.

— ¿Ah, si, Potter?

Yo me puse nervioso. Muy nervioso. Yo estaba seguro de que yo mismo no podía imaginarme la mirada que me estaba echando en ese mismo instante Ginny.
Era demasiado persuasiva, seductora y... Sexy. Condenadamente sexy.

— ¿Harry? — dijo Ginny por cuarta vez intentando llamarme la atención mientras yo (más bien mi mente) estaba en Babia.

— ¿Qué quieres? — pregunté nervioso. A saber si se había dado cuenta de como la estaba mirando. ¿Qué habría dicho mientras estaba en mirando a las musarañas?

— Te decía que te echases para un lado para que pudiera acostarme contigo. — dijo, y, al notar cómo la miraba, reaccionó. — Eso ha sonado muy mal. — dijo con una risita nerviosa.

Y no pude aguantarlo más. Exploté...
De la risa.

No malpienses, conciencia.

Ahg, cállate.

— ¡Harry, calla ya!

— Vale, vale. Ya paro.

Me eché para la derecha para pegarme a la pared y dejarle sitio a Ginny, pero ella se recostó y puso su cabeza en mis piernas, mirando hacia arriba para decirme:

— ¿Me las prestas?

Yo, confundido, no le respondí. Tampoco es que me hubiese hecho mucho caso.

Alzó los brazos para coger mis gafas y se sentó, acomodándose a mi lado.

— Ah.

— Harry, lamento informar que estás completamente ciego. No veo absolutamente nada con tus gafas. — dijo riendo.

Extendió los brazos hacia delante mientras yo la miraba conteniendo la risa.

Ginny se levantó de la cama y empezó a dar vueltas por la habitación.

Solo si tú quieres. ~Hinny/Hanny~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora