La mansión Ketchum

Capitulo 8: Por la noche

Hola a todos los lectores, aqui estamos para un nuevo capitulo, de la mansión Ketchum, hoy revelaremos la identidad, de la inquilina de Hoenn, y les juro, no verán venir a la nueva inquilina de la mansión, así que comencemos.

Disclaimer: Pokémon no me pertenece, todos los derechos son de game freak.

Capitulo 8: Por la noche

En ciudad Celadon, ya es de noche, con una hora aproximada a la media noche, muchos de los ciudadanos estaban ya en sus casas durmiendo, pero en otros lugares, la gente seguía despierta.

Nos encontramos en el aeropuerto de dicha ciudad, donde la gente, o esperaba un vuelo para abordar, o llegaba de otro lugar, y este era su destino a llegar.

En este último caso, de un vuelo que llegaba desde la región de Hoenn, sus pasajeros que habían salido de su avión, y de la revisión de sus equipajes, ya estaban en lo que podríamos considerar, dentro del aeropuerto.

De entre los pasajeros de ese vuelo, encontramos a una mujer muy joven, de entre 24 y 26 años, de cabello corto lila, y ojos del mismo color.

—Ya he llegado a la región, lo que sigue, iniciar mi nueva vida de cero —se dijo así misma, decidida por ese objetivo. Una vez que dejo el aeropuerto, y ya se adentró en la ciudad, encontró un volante que encontró en una de las calles, informando sobre una zona residencial nueva en ciudad Celadon, al verlo, pensó que era el lugar perfecto para iniciar una nueva vida, por lo cual, se decidió a ir directamente allá.

Luego de varios minutos, y gracias a los servicios del transporte público (Tomo un taxi, para aclarar el tipo de transporte que tomo) llego a la mencionada residencia, la cual por las altas horas de la noche, estaba iluminada por dentro, pero no se veía que tuviera vida, sin embargo, había alguien en la caseta a lado del portón de la entrada, quien estaba dormido, y recargado en una silla dentro de la caseta.

—Disculpe, ¿Puede despertar? —intento despertar a la persona, y con éxito, abrió los ojos con una gran pesadez, apenas si podía ver.

—¿Hola? ¿Qué se le ofrece? Es muy tarde —dijo el vigilante del portón, con algo de somnolencia, debido a que lo habían despertado.

—Lo siento, vengo de otra región, y no pensé que llegaría a estas horas —dijo la mujer, explicando por qué llegaba a altas horas de la noche —Sé que esto sonara algo raro, pero, ¿Puedo al menos ver las casas por fuera?

—Como quiera, creo que no me incumbe este asunto, déjame abrir la puerta —aquel señor que vigilaba la residencia desde afuera, abrió el portón, dejando el paso libre para entrar —Solo le pido, no tarde, y no haga ruido, hay algunos inquilinos durmiendo también.

—Gracias, con su permiso —aquella joven mujer, entro dentro de la residencia, y el hombre de la entrada, volvió a dormir después de que interrumpieran su sueño.

Una vez dentro de la residencia, se dedicó a recorrer el lugar, donde con la iluminación que apenas había dentro, podía ver las estructuras de algunas casas, y así siguió por un buen tiempo. Algunas de las viviendas que había visto, parecía que le había dado el visto bueno, pero por obvias razones, no podía opinar como se veían por dentro, de momento, solo se podía limitar a verlas por fuera. Siguió caminando y recorriendo la residencia, hasta llegar a una zona en especial, y en esa misma, estaba una casa muy grande, al grado de considerarse una mansión. Y teniendo la curiosidad que le estaba causando la casa, decidió acercarse más a ella. Ya estando frente a la puerta, de una manera instintiva, giro la perilla de la puerta, descubriendo que estaba sin seguro.

—¿La puerta estaba abierta? Bueno, a ver como esta por dentro.

Y así como si nada, entro a la mansión, llegando primeramente a la sala principal, que al igual que toda la casa, estaba a oscuras, pero como el interruptor de luz estaba cerca de ella, no dudo en encenderlo, para poder ver mejor el interior de la casa. Al ver por fin con luz, vio lo bella que era la casa por dentro, quedando maravillada por lo que estaba viendo. Ahora con la casa iluminada, podía ir a recorrerla libremente y verla más a profundidad, sin embargo, no sabía si alguien vivía ahí o no, pero decidió despreocuparse por eso, ya que no pensaba que alguien pudiese estar viviendo en esta mansión, y también pensaba que solo algún millonario podría estar viviendo aquí, pero la realidad, es que habían seis personas viviendo bajo el mismo techo, y dichas personas, por las horas de la noche, estaban dormidas en sus respectivas habitaciones en el piso de arriba, subiendo las escaleras ubicadas al lado norte de la mansión.