CAPÍTULO 6º. MUERTE ENTRE LAS CAÑAS

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CAPÍTULO 6º

MUERTE ENTRE LAS CAÑAS

         -¿Tú crees que les habrá pasado algo a Axel y a Alisha? –Ha pasado casi media hora desde que Sean y Bonnie marcharan en busca de los dos restantes miembros de la acampada, y April están empezando a ponerse nerviosa.

         -¡Yo qué coño voy a saber! –Exclama Denny, ofuscado por los efectos de la marihuana.

         Luego, se alza del suelo y acercándose por detrás a su amiguita comienza a estrujarle los grandes senos por encima de la negra camiseta, al tiempo que le susurra al oído.

         -Seguro que esos dos están retozando en algún rincón, tal y como deberíamos estar haciendo tú y yo ahora mismo, muñeca…

         -¡Te tengo dicho que no me llames muñeca! –Protesta April, mientras se da la vuelta y echa mano a la abultada entrepierna de Denny.

         -¡Sorpresa, sorpresa! –Exclama el joven mientras atrae hacia sí a su amiguita y comienza a besarla en la cara, cuello y escote, mientras ella pugna por bajarle la bragueta para sacar su miembro ya duro y enhiesto.

         Luego, y cogidos en un lascivo abrazo, ambos jóvenes amantes caen rodando por la hierba, hasta llegar cerca del cañaveral. 

         April lucha ahora por desabrocharse sus minúsculos shorts tejanos.

         Está ansiosa por tener la dura verga de Denny dentro.

         -¡Vamos, vamos! –La anima su novio mientras se acaricia el miembro suavemente.

         -¡Jo, espera! –Ella lanza una risita y acaricia el miembro de su novio con la punta de su pie desnudo.

         Finalmente, el short cede, y April comienza a bajarlos por sus largas y bien formadas piernas hasta abajo, hasta el suelo.

         Sin darse cuenta, se han metido en el cañizal.

         La voluptuosa joven está a punto de dejarse caer sobre su novio cuando algo sucede…

         Se oye un leve silbido surcando el aire y, un momento después, una larga caña de bambú cae del cielo, atravesando el bronceado torso del sorprendido Denny, partiendo su corazón en dos, ante la mirada estupefacta de su novia.

         De repente, la ominosa figura de Stwart Jenssen surge de entre las altas cañas y, con un rápido movimiento, agarra la mortífera caña y, de un  tirón, la arranca del pecho muerto de Denny.

         Luego, estira la mano e intenta coger a April, pero está, medio desnuda y todo, logra zafarse por poco y echar a correr en dirección contraria.

         No consigue llegar muy lejos.

         Jenssen es el dueño y señor absoluto del pantano y sus alrededores, y a una silenciosa orden suya raíces subterráneas brotan de repente, haciendo tropezar a la joven, que cae al suelo, haciéndose daño en su prominente delantera.

         Intenta levantarse, pero es demasiado tarde.

         Stwart Jenssen la agarra de los cortos cabellos y le echa la cabeza hacia atrás ajeno a los gritos desgarradores de su víctima.

         Por suerte para April, todo ocurre muy rápido a partir de ahí.

         Jenssen hace aparecer en su mano derecha una caña partida por la mitad y, con raudo movimiento, cercena la cabeza de la joven usando el afilado borde de la caña.

         Luego, vuelve a desaparecer entre las cañas, dejando tras de sí los dos cuerpos sin vida de Denny y April.

         Mientras, en su cabaña, el viejo Arceneau se lamenta por el trágico destino de los dos jóvenes.

         -¿Por qué no me hicisteis caso, maldita sea, por qué?

         Luego, saca una vieja botella de coñac de un armario aún más viejo, y se sirve un vaso hasta el borde.

         En sus ojillos de viejo aparece un extraño brillo.

         Y en su mente, una decisión.

LOS OJOS DEL PANTANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora