Entre Dos Mundos

Algo de Esperanza, Al Fin

Hola a todos, muchas gracias por seguir esta loca idea. 
Quiero aclarar que siempre he sido fan de que si harry hubiera tenido alguien que le hiciera ver toda la situación desde otro punto de vista, tal vez, solo tal vez muchas cosas no hubieran pasado. Por eso debemos agradecer a JK Rowling haber creado la saga de tal forma que podamos escribir nuestros fanfics con estas ideas locas que se nos pasan por la cabeza.Como entro de nuevo a trabajar, actualizare cada 8 dias.Mil gracias por llegar hasta aquí y apoyar esta loca idea. 

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Todos en la mesa se quedaron en silencio, liberar a Sirius Black de las garras del ministerio era imposible ¿no? Al menos eso fue lo que dijo Albus Dumbledore cuando Harry se lo pidió

- Como... como seria eso posible, ni siquiera Albus Dumbledore, el mago mas poderoso de nuestra era, puede hacer eso...- Dijo asombrado y receloso el hijo que era el mayor en ese momento

- No es imposible si se tienen las armas necesarias para hacerlo posible -respondió sin dejar de ver a Harry – claro que no puedo develar toda la información sin que este el personaje principal en este momento, pero les aseguro que si me ayudas podemos hacerlo –

- ... si... claro que si...- su sonrisa, antes minúscula, ahora era enorme – ¡claro que le ayudare! Todo sea por ver a mi querido padrino libre... por ser libre...- murmuro. Si eso pasaba podría librarse de los Dursley, podría ser libre de ellos.

- Entonces, si mi querida prima me permite unos momentos, quiero hablar con Harry a solas – se levanto como buscando una salida – ¿qué te parece afuera? – sugirió al chico mientras caminaba hacia la puerta trasera, esa que daba al jardín – Vis, puedes quedarte si deseas, se que mueres por preguntar mucho de esta casa – le regalo una sonrisa paternal.

El terreno de los Weasley era muy grande, el que estuviera en medio de un claro con cercanías a un bosque tenía sus ventajas. En pocos minutos tuvo al chico detrás suyo. Caminaron hasta sentarse en un viejo banco, algo alejado de la casa, de reojo observaba a Harry alerta, como esperando algún ataque de alguien

- Tranquilo, conmigo no te harán nada – le aseguro con gracia - ¿sabes? Sirius fue injustamente encarcelado y solo pocas personas lo sabían, esta claro que al no encontrar el culpable de esas muertes y verlo en la escena no tuvieron de otra de culparlo, porque desgraciadamente los altos cargos de la política siempre quieren echarle la culpa a alguien con tal de no aceptar sus errores... -

- Pero... ¿y Dumbledore? – pregunto extrañado – el me dijo que hizo lo que pudo para que no pasara eso... -

- Harry – volteo a verlo – aquellos que quieren poder harán lo que sea con tal de obtenerlo, dime niño no te has puesto a pensar ¿por qué llevas la vida que tienes? – le miro extrañado. Cualquiera con dos dedos de frente podría deducir exactamente que era lo que pasaba por la mente del director de Hogwarts

- ¿Qué quiere decir? – respondió el otro a la defensiva.

No quería saber que sus pensamientos y observaciones respecto a su situación eran 100% ciertas, pero después de lo de Sirius y su casi muerte a mano de los dementores comenzó a cuestionarse seriamente el papel que jugaba en esa guerra.

Guerra que, dicho sea de paso, no le correspondía, no estaba preparado para matar a alguien y que, hasta el momento, le había traído mas perdidas que ganancias.

- Si tu abuela Dorea Potter viviera te daría una nalgada mocoso – le expreso – dime que no crees en esa mierda de que Lilian dejo un hechizo de sangre que solo se activa con la familia de muggles con la que vives – le cuestiono – si el hechizo esta en tu sangre, en tu cuerpo... ¿no podía otra familia, una del mundo mágico, cuidarte? O, si tenia que ser tu familia o alguien cercano a ellos ¿Por qué Albus, siendo el mago que es, no busco alguien que se relacionada mínimamente con James? – lanzo al azar las muchas preguntas que rondaban su cabeza.

Por eso le gustaba investigar, leer, conocer. En el banco el duende le dio varios pergaminos los cuales devoro sin piedad, tola la información estaba en su cerebro: lo sucedido con su primo desde su destierro de la familia Black hasta su juicio sin derecho a defensa.

Como los hilos del destino se entrelazan entre ellos, también averiguo de los potter, al ser casi pariente por el lado de Dorea Potter antes Black, se tomo la tarea de también investigar de ellos y fue de ahí que salieron esas variantes.

El era un genio, y con su elevadísimo IQ podía deducir cosas que tal vez los demás no se llegaban a imaginar, por eso también lo tildaban de loco. Pero... ¡vamos!, que Harry llevaba en el mundo mágico ¡desde los 11!, ¿acaso sería posible que nunca se preguntara eso?

- ... no, bueno... si me he hecho esas preguntas, pero nunca les puse voz por que no tengo con quien hacerlo, ni un respaldo... Sirius no cuenta, no en el estado en el que esta, mucho menos Remus...-

- Pero ahora me tienes a mí, tu primo político, y con mi ayuda veras que podremos buscarle solución, no por nada son un genio, filántropo y otras cosas mas que con el tiempo te darás cuenta – le guiño el ojo divertido – ahora, vamos a ver a Sirius, debo saludar a mi Primito y de paso vas a despertar mocoso, a ver si le te comporta como el Potter que se supone que eres -

Harry solo se rio ante lo dicho, al parecer ese primo recién adquirido tenia tanto ego como Sirius, o tal vez más. Ya quería ver como se llevaban ese par. Pero más que nada ya quería vivir con ambos, porque al fin podría vislumbrar esa familia que tanto quiso. No tenía una madre, pero existían dos hombres que se preocupaban por él, dos hombres y uno mitad lobo. ¡que más podía pedir!

Mientras ellos conversaban, Visión disfrutaba de la conversación dentro de la casa. Bueno, mas bien del parloteo de la joven llamada Hermione, la cual le hacia un sinfín de preguntas a las cuales el tenía un sinfín de repuestas, evadiendo fácilmente las que se relacionaban con la vida que tanto Tony como el llevaban en New York

También disfrutaba de resolver las dudas de los magos, en especial las del mayor Arthur, parece que tenía una obsesión con el mundo muggle.

- ¿Y como meten esas personas en esa caja llamada tevlesion? – le miro fascinado. ¡Ese hombre de raro color era una fuente de conocimientos muggles!

- Se llama televisión señor Weasley, y ya le he dicho como funciona – dijo algo exasperada la castaña, ¡ella había entablado conversación con el primero!

- Se llama Televisión, señor Arthur, y funciona produciendo una serie de puntos diminutos en una pantalla denominados pixeles, que cuando la ven en conjunto, forma una imagen – comenzó a explicar– aunque ahora existen modelos muy avanzados que utilizan hoy en día, me atrevo a opinar que si algún día volviéramos a nuestro país ud señor Arthur podría conocer todas las maravillas que tiene el hogar del Tony, su familia es la única que ha podido integrar la magia con la tecnología-

- Pero eso es imposible, los complementos tecnológicos no se acoplan a la magia, son totalmente incompatibles – expreso Hermione con su vocecita de sabelotodo

- Eso no es del todo correcto señorita – la voz de Tony, relajada y risueña como siempre, interrumpió a la chica – si fuera incompatible podría hacer esto...- saco su teléfono celular de ultima gama y llamo a Vis, el sonido de un piano salió del abrigo del rubio– Ignorare que tienes esa música de segunda como ring toné Vis, me ofendes, deberías tener algo de rock al menos – su sonrisa segura, confiada y presumida no se hizo esperar al ver la cara de asombro de todos – yo puedo hacer lo imposible posible querida – colgó la llamada – ahora, un placer conocerlos, pero Harryto, Vis y yo debemos irnos, Tenemos muchas cosas que hacer, gracias por invitarnos a tu hogar Molly, espero que la próxima vez acepten una invitación a mi humilde hogar, por ahora – tomo la mano de Molly dándole un beso en el dorso – A presto, bella signora – una sonrisa coqueta, y los tres se encaminaron al jardín.

- ¿A dónde vamos señor? – pregunto Vision, al parecer usarían la aparición de nuevo -

Tony solo sonrió, tomo a Vision y Harry de las manos antes de desaparecer justo frente a los ojos de los Weasley. La experiencia le enseño que era mejor mantener ciertos planes en silencio, al menos de la gran mayoría. Nunca se sabe cuándo aparecería una espía a joderte los planes.