Una Charla Pendiente

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Los preparativos para la fiesta de Draco estaban ya finalizados, ahora Narcisa y su hijo estaban con madame Malkin para pedir las ultimas túnicas de Steve.

-con ese cuerpo de adonis eres el sueño de toda diseñadora! - decía madame mientras tomaba medidas y mostraba las mejores telas que resaltaran ese cuerpo y en especial esos ojos- Narcisa querida, que familiar tan guapo el tuyo, ¿Cuántos años tienes querido? -

-Tiene 30 querida, y gracias por los halagos, pero ya terminamos ¿verdad? Quiero la túnica de gala de Steve lista para esta noche- mira a su primo con una ligera sonrisa, Madame solo asiente y les asegura que la túnica de gala estará para esa misma tarde- Bien, vamos Draco, Steve, aun tenemos algunas cosas que hacer antes de llegar a casa para prepararnos-

-Claro madre- se pone de pie y sale seguido de Steve- creo que el primo de tío Sirius se llevara una gran sorpresa esta noche, se le caerán las babas como a un vil Griffindor-

Steve solo sonríe suavemente, la relación con Draco, Narcisa y Lucius era sencilla. Si bien tenían que aparentar algo frente a los demás, dentro de las paredes de la mansión eran completamente diferentes.

En la mañana salía a correr, cosa que ni el descubrimiento de la magia le pudo quitar, luego desayunaba con la familia, a veces se quedaba leyendo en la biblioteca o pintando.

Cuando descubrió las pinturas especiales del mundo mágico quiso probarlas, y pasaba horas estudiando el hechizo para preservarlas y que se movieran.

Pasaba tiempo con Draco ayudándole en sus estudios o explicándose cosas del mundo muggle, como le decían en Londres. Con Narcisa disfrutaba de una taza de te con galletas a media tarde.

Extrañaba a sus amigos vengadores, pero para comunicarse con ellos debía ir al lado no mágico de Londres, aunque Vitaly le prometió que le avisaría si lo necesitaban, así que por ahora podría disfrutar de la paz de estar ahí.

El callejón Diagon era, para el, una cosa maravillosa. Claro que cada cosa mágica que veía nueva era maravillosa a sus ojos. Entraron a una heladería, asombrándose por la cantidad de sabores que mostraban tanto en el mostrador como la enorme lista que había en la pared y que, al parecer, crecía cada día mas

-Para mi un choco menta por favor- pidió Draco con elegancia, Narcisa pidió uno de melocotón y el decidió arriesgarse-

-tiene alguno con sabor a algodón de azúcar? - pregunto educado. El vendedor pareció tener un deya vu y sonrió sirviéndole la porción de helado, cuando Steve saboreó el dulce se sorprendió enormemente y miro su helado. El sabor no concordaba con el nombre- ¿está seguro de que este es algodón de azúcar? -

-no le busque lógica Joven, ese helado en particular nos hace recordar a la persona que mas amamos en este momento- le explica y deja la mesa para atender a otros clientes-

Steve se quedo viendo su helado y solo sonrió con nostalgia mientras volvía a comerlo, esta vez mas lento, disfrutando cada bocado y como este se derretía en su boca

-¿a que te sabe?- pregunto con curiosidad Draco, el nunca quiso ni pediría de ese helado, por que ya sabía a quien le recordaría. Y no, aun estaba en fase de negación.

-A Tony- su sonrisa fue como la de un niño enamorado, ojos brillantes y tristes a la vez, sonrisa calidad y nostálgica- a café, a donas, a su aroma particular de canela- suspiro

-esta noche lo veras Steve, esta noche podrán arreglar cualquier problema que tengan, si no… pues eres un Malfoy y los Malfoy siempre buscamos como resolver cualquier dilema- respondió Narcisa comedidamente ganándose otra de las hermosas sonrisas de Steve. Aunque ella estaba segura de que la sonrisa que le dedicaría a su pareja seria mil veces mejor y más deslumbrante

* * *

-¡Sirius!, ¡Anthony! Llegaremos tarde- la voz del licano se hizo escuchar por la casa, el y Harry estaban ya listos y elegantes pero ese par de Black’s aun nada que salían de sus cuartos- Dioses, nos tendremos que ir los dos y disculparlos, murieron entre sus fragancias y telas finas- gruño Remus- ¿y Vision? - pregunta extrañado de no ver al hombre que siempre acompañaba a Tony
Harry solo se reía de la desgracia de Remus, el cual iba muy guapo. La túnica de colores tierras con bonotes perlados a los laterales le quedaba como guante y resaltaba su belleza, además de pantalones y zapatos a juego, sus ojos dorados y su cabello castaño recogido con una cinta negra.

-Ya bajaran Rem, además, tenemos tiempo. Recuerda que llegaremos directo por la chimenea- le respondió el joven- Oh, el se fue con la señora Wesley, dice  que no le interesan mucho las fiestas, pero prefiere aprender más de la magia para acompañarme al colegio cuando regresemos- contesta. Harry llevaba una túnica Vinotinto con botones negros y cuello tipo mao, además del broche con el escudo de los Potter, el cabello estaba hábilmente domado, llevaba pantalones y zapatos negros a juego. Segua su línea rebelde pero ahora era un poco mas sexy y sin gafas sus ojos resaltaban entre el Vinotinto de la túnica.

-si, cálmate, Remus, te dará un infarto- Tony baja por las escaleras con su túnica azul oscuro con bonotes de un dorado oscuro en solo un lateral, pantalón del mismo color de la túnica y zapatos negros también- apropósito, iremos contigo al colegio cuando sea hora, tenemos una entrevista con la sub directora-
Detrás venia bajando Sirius con una túnica de un todo morado oscuro en los brazos, tenía una camisa, pantalón y zapatos negros, su cabello recogido en una coleta le hacia ver como el digno hombre cabeza de la familia Black

-Ya estamos rem- se pone la túnica abrochándola y acomodando las insignias de al familia- bueno, Remus conmigo y Harry con Tony, vamos… ¿Quién lleva el regalo del dragón? - esta sería su primera reunión como hombre libre. Debía dar una muy buena impresión, en especial si iban a estar de lado de Lucius en esta guerra que se acercaba.

-Yo lo tengo Sirius, muévete de una vez- pido Tony con el regalo bellamente envuelto-

-esta bien, vamos Rem- le toma de la mano y juntos se meten en la chimenea. Cuando salen están en la hermosa sala de la familia Malfoy- Cissa- saluda a su prima con un beso en la mejilla y una suave sonrisa, expresión que cambia al ver a Lucius- teñido-

-pulgoso- responde de igual manera- Remus, bienvenido a mi hogar, espero que pases una buena velada, a pesar de tu acompañante-a decir verdad, el lobo no le caía mal, pero al estar en el grupito de james y Sirius se ganaba la mala fama de los antes mencionados-

-Sirius, compórtate- le advierte, haciéndose a un lado esperando que Tony y Harry lleguen-

-En definitiva, mejor que las apariciones- dice entrando a la sala- Buenas noches Narcissa, déjame decirte que estar hermosa esta noche- saluda Tony al llegar, empujando a Harry para que le de su regalo a Draco- saluda Harry-

-…Malfoy, feliz cumpleaños, que tu muda de piel no duela tanto- le gruñe con una sonrisa forzada

-oh, gracias, Potter, me asegurare de darte las bebidas con poción especial- responde de la misma forma.
Tony y Narcisa iban a decir algo, pero una suave risa les detiene. Narcisa sonríe al notar el ligero salto de Anthony

-Vaya, me recuerdan a nosotros Tony- al lado de Lucius había un hombre extremadamente guapo. Alto, de cabello rubio y ojos extremadamente azules, Vestido con una túnica que resaltaba cada parte de su cuerpo y le hacía ver como un dios- Buenas noches, Tony- Se acerca al mencionado- no hagas un escándalo, prometo explicarte todo, pero no arruinemos la noche de Draco ¿sí? – le mira y extiende el brazo para entrar juntos, después de todos son parte de los invitados.

-Que carajos haces aquí?!- a pesar de la súplica de Steve, no pudo ni quiso evitar la sorpresa- si esto es una broma Sirius, ya no es graciosa- le gruñe caminando hacia Steve, el cual solo le mira con calma- tu no puedes estar aquí, no debes estar aquí Rogers- casi escupe su apellido-  que más quieres de mi Steven- le pregunta sosteniendo lo por las solapas de la túnica- !Dime¡... Por qué no me dejas en paz- sus ojos se humedecen sin dejar de ver al soldado.

-...Debemos hablar Tony- responde con la calma que no siente, sosteniendo las manos del castaño entre las suyas. Viendo cómo comienza a negar e intentar alejarse.

Remus fue más rápido que todos y alejo gentilmente a Tony del rubio mientras esté negaba que debía ser un sueño o una pesadilla

-Hey.. Tony, mírame…- le pidió el hombre lobo y descubrió en los ojos avellanas del otro el temor pero también el anhelo del encuentro- se que debe ser difícil pero ustedes deben hablar, no Tony No interrumpas…no sé que hizo el ni por qué pero lo que si se es tu te mereces una explicación, y debes escucharle, no por hacerle un favor a el, debes hacerlo por ti, para superar esa etapa- le aclara.

Tony le escucha, respira buscando calmarse y no suelta las manos de Remus, quiere decir algo pero el otro tiene razón, desde que vio a Steve semanas atrás no ha estado bien. El rubio tiene un increíble poder sobre el, o eso se dice para no admitir que, a pesar de todo, aún le ama.

La mirada de Steve es cálida, delicada y suplicante, casi puede verle las orejas arrepentidas de un perro, un enorme labrador dorado, tan solo un enorme perro que solo quiere la atención de su amo. Suspira profundamente buscando serenarse,
-lo siento… tienes razón Rem…- suelta sus manos resignados- acabemos esto ahora Steve, no puedo seguir viviendo con este rencor-

Steve en todo el tiempo se quedó quieto, sin alejarse mucho, sin acercarse tampoco, solo viendo las reacciones de Tony, y dándose por fin cuenta de cuánto daño realmente le hizo al mecánico.

-Narcissa, por favor ¿nos puede facilitar una sala o estudio?- le pregunto el ojizarco a su prima, si iban a hablar sería en privado y lejos de la fiesta de Draco, no le arruinaría eso a su sobrino político

-claro Steve, querido…Mirza!- llamo a una elfa domestica- lleva al Steve y Anthony a una de las salas privadas, pero no demoren, la fiesta está por comenzar- les advirtió, por nada del mundo ese par de perderían la reunión de su hijo.

- No nos demoramos Cissa, solo unos minutos- agrego Tony antes de seguir a la elfa con Steve detrás de el.
Sería una noche que en definitiva recordaría toda su vida.

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Si, se que actualizo algo tarde pero mi computador se dañó y pues hoy por fin me decidí a terminar este capítulo desde mi celular 
Espero les guste.

Entre Dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora