El Nuevo juicio de Sirius Black

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La noticia de que Sirius Black obtendría un nuevo juicio corrió como pólvora entre los magos, unos mas alegres que otros, querían saber todo de ese juicio.

Se prepararon todas las medidas necesarias para este juicio, los abogados que contrato Tony, traídos directamente de estados unidos, llegaron unos días antes para estudiar toda la evidencia y, según ellos, tenían todas las de ganar si se sometía a una sesión con veritaserum y a la extracción de recuerdos, cosas que debieron hacerse cuando fue enjuiciado en primer lugar

Sirius estaba nervioso, mentiría si dijera que no era así. Tenia miedo de que todo fallara y volviera a ese horrendo lugar, pero su propia madre confiaba en Anthony, y aunque la odiara mucho por echarlo de la casa solo por caer en la casa de los leones, tendría fe en el juicio de su madre, él ya había demostrado que no era muy bueno con esos menesteres.

La citación pedía que se presentara en el Ministerio de magia, el piso 10 donde quedaban los Tribunales del Wizengamot, exactamente en el tribunal No 12, junto a los abogados estaría Tony.

 Remus y Harry fueron enviados con la familia Weasley. No los querían en el centro del huracán. Mientras tanto Visión estaba terminando de adaptar todo a la mansión, además de practicar recetas y demás cosas nuevas de ese mundo.

- ¿Listo? - pregunto el millonario al ex-presidiario. Lo veía nervioso, pero no había razón para estarlo. Sirius era inocente, no entendía de donde provenía ese nerviosismo – que te pone nervioso-

- Que todo sea un espectáculo, una treta para regresar me a Azkaban... que manipulen las pruebas y yo no pueda ser libre-

- Idiota... - le regalo una suave y confiada sonrisa- no estás solo Sirius, antes estoy seguro de que James y Lili hubieran movido cielo y tierra para liberarte, esto debio hacerse desde el inicio, así Harry se hubiera quedado contigo como lo establece el testamento de Potter-

- ... gracias, no sé qué haría si no hubieras llegado a este país... creo que seguiría como fugitivo, y que, tal vez, caería en las trampas de albus cometiendo una locura- admitió derrotado. Pues si Harry corría el mínimo peligro el iría en su busca, importándole poco su seguridad. 

- Eso no lo dudo, ese anciano no me cae bien, no lo conozco, pero no me cae bien – el reloj marco la hora anunciándoles que era tiempo de ir al ministerio – tranquilo, me tienes a tu lado, todo saldrá bien- le aseguro antes de entrar a la chimenea, llegarían directo al atrio para poder acceder al ascensor que los llevaría al salón del juicio. 

Iban con una hora de anticipación, era bien conocido la tontería del ministerio de cambiar la hora a ultimo minuto, esta vez no... esta vez ellos se adelantarían.

El atrio estaba lleno de gente, un día normal en sus rutinarios días de trabajo de no ser por que la noticia estaba recién confirmada: Sirius Black estaría de nuevo ahí.

Todo el mundo estaba tan preocupado por ver al ex-convicto cuya imagen desgarbada, sucia y enloquecida resaltaba en los carteles junto a la noticia. Nadie esperaba que dos guapos y bien parecidos hombres salieran de las chimeneas caminando de forma segura y presuntuosa hacia un grupo de abogados reunidos junto con el jefe de aurores y el ministro mismo.

- Donde está el hombre, el juicio iniciara en 5 minutos, si no se presenta levantaremos más cargos en su contra- manifestó el ministro con voz segura de si mismo. Ese hombre no podía ver la libertad.

- Y acaso eso es posible, Cornelius – la voz resonó en el lugar, con algo de disgusto – digo: asesinato y ser un supuesto cómplice no parecen ser suficientes cargos para ud, al parecer solo desea verme pudriendo en Azkaban– todos buscaron la voz y la encontraron en un hombre alto, bastante guapo, de cabellera azulada y ojos oscuros.

Entre Dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora