Ley de Murphy: Si algo puede salir mal, saldrá mal.

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Como cuando todo va en relativa calma Murphy aparece para contradecir la armonía de la vida. Algo así sucedía en este momento, pues sentados alrededor de una mesa en un restaurante privado estaban Sirius, Remus, Harry, Tony de un lado, este último con un paño húmedo en los ojos y una bebida tranquilizante en las manos y del otro lado Steve Rogers, Clint Barton y Natasha Romanov.

¿Pero cómo llegaron a esta inusual reunión? Bueno, en parte es culpa de no escuchar a ese pepe grillo que todos llevamos dentro.

El día de Tony inicio normal mente bien. Su acostumbrada taza de café, su rutina de vagancia matutina fue cumplida a cabalidad: Levantarse, ir por un café, encerrarse en su taller unas 4 horas, salir, desayunar cuando era hora de almuerzo y relajarse contra un sofá hasta que unas visitas llegaron, por supuesto no era nadie más que Sirius, Remus y Harry. Luego del te de la tarde se decidieron ir a Londres muggle de compras, aunque mandaron a hacer las túnicas para la fiesta de Draco con madame Malkin, era necesario también tener ropa elegante, un nuevo arreglo, así como zapatos y accesorios.

Una tarde / noche de compras bastante entretenida.

Mientras esto pasaba en Londres, paralelamente en estados unidos los vengadores fueron reunidos desde la mañana en la reunión semanal. Estaban casi todos, pero aun así estaban los necesarios.

Después de entregar informes y anécdotas, además de dividirse nuevamente la ciudad para protegerla el director Fury le pidió a Rogers, Romanov y Barton que se quedaran.

-Tenemos una situación inusual en Londres- comenzó a informar- ciertos seudo contrabandistas están reuniendo material peligroso y altamente radioactivo, hasta ahora solo sabemos que sus compradores llegan directamente a un pequeño puerto en Canvey Island, de ahí son llevados en camiones especiales hasta una bodega en Londres, entenderán para que los elegí para esta misión- los miro- Romanov necesitamos tus habilidades de espía, infiltrándote en las bodegas, Barton cuidaras la espalda de Romanov y capitán ud comandara la misión, cabe aclarar que necesitamos recuperar TODO el material, el cual, según nuestros satélites y la ayuda de viernes, están protegidos por contenedores especiales herméticos- los miro seriamente- cuento con ustedes, parten en 3 horas- dicho esto se retiró.

Los tres asintieron y salieron de salón de reuniones con paso apresurado

-los veo en el Quinjet chicos, no demoren – les dijo Barton saliendo a su habitación a prepararse

- ¿has pensado que pasaría si nos encontramos a Tony? - soltó de pronto la pelirroja sin mirar al capitán, pero si pendiente de sus reacciones, el leve sobresalto fue respuesta suficiente

-nadie nos asegura que está en Londres... además prometimos no buscarlo, dejarlo a su ritmo- suspiro- no lo vamos a buscar Tasha, vamos por la misión- le dice como si se tratara de una niña que a veces, solo a veces, no obedece-

-lo sé- se encogió de hombros- aprovecharemos esto e iremos de compras a Londres, necesitas guardarropa nuevo, los tres de echo-

Steve solo soltó un suspiro y negó divertido -solo si terminamos la misión a tiempo- le advierte, no le gustaba mucho alejarse de la torre, pues todo el lugar conservaba la esencia del ingeniero, a veces, en sus sueños, Tony aparecía con su típica sonrisa, ojos somnolientos y desgarbado pidiendo su anhelada taza de café. Suspiro mientras entraba a su cuarto, pensar en Tony era de las pocas cosas que aún le permitían sonreír, pero le extrañaba y demasiado.

Pero se prometió esperar, y eso hará. Tony y el habían empezado de una mala forma, que luego fue evolucionando a una gran amistad, hasta esa noche, días antes de que los acuerdos fueran planteados. El pasado de copas con el licor de Thor y Tony, bueno, siendo Tony con el alcohol. No sabe como llegaron a su habitación, pero fue una noche muy pasional, a pesar del tiempo su cama aun guardaba el aroma del ingeniero, cosa increíble, ya que cuando regreso todo era nuevo. Lástima que al día siguiente Tony haya prácticamente huido dejándolo solo. Quien sabe, si se hubiera quedado, si hubieran conversado tal vez toda esa forzada separación no sería necesaria ni todos los problemas y peleas que vinieron después, y ahora podría estar al lado de su, tal vez, pareja oficial.

Entre Dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora