Entre Dos Mundos

Conociendo mis raíces

-...una pregunta casual- llego Tony a la sala donde estaba Harry haciendo pereza, esa semana tanto el cómo Remus y Sirius decidieron quedarse a vivir en su recién remodelada casa en el valle Godric hasta que Harry entrara al colegio- no son estas fechas en las cuales debes estar en el colegio internado?-

-sí, pero a Dumbledore le pareció genial idea aplazar la entrada un mes más, por eso podemos ir al cumpleaños de Draco, que por cierto es la próxima semana- respondió Sirius terminando de leer unos documentos oficiales- ahora ven y ayúdame, Tony, tu pareces mas Lord que yo-

-Al menos ya llegaron las túnicas y el regalo para el dragoncito- comento Tony, quien no le dio importancia al tema de Hogwarts y se metió al estudio para ayudar a su primo.

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-Eso es Steven, perfecto, ahora mantenlo- le dijo el auror mientras observaba como el patronus del soldado brillaba intensamente hasta que cayó de rodillas al suelo jadeando. El alegre sabueso correteo por la sala antes de desaparecer frente a un cansado y sonriente Steve.

-no...no imagine que fuera así...-jadea sentándose en el suelo apoyándose hacia atrás-...bueno, no después de lo que me dijo- mira al mayor con una sonrisa suave, ahora esos ojos azules rebosaban de magia y vida.

En cuanto Steven llego al ministerio le hicieron todos los estudios necesarios para liberar su núcleo mágico, el rubio se sintió tan torpe ese día, le parecía un deyavu, pues cuando fue sometido al suero y salió de la capsula era como si su cuerpo no le perteneciera del todo.

Había dormido casi 24 horas seguidas, cuando despertó fue en el hogar del auror. Una mansión amplia a la cual el auror le había puesto un encantamiento especial, hasta donde entendía mientras dentro de la casa pasaría un año, fuera de esta habría pasado solo una semana.

Desde ese día pasaba sus días en las salas de entrenamiento subterráneas de la casa y sus noches descansando o leyendo todos los libros y documentos que Vitaly ponía frente a él, entrenaba su magia, aprendía hechizos, pociones, runas, encantamientos y todo lo que debería haber aprendido desde los 11 años debía aprenderlo en un año, o bueno... en una semana.

-si, el encantamiento Patronus es uno de los mas complicados y poderosos encantamientos defensivos que se ha creado- le ofrece una tableta de chocolate y el mismo invoca su patronus, una sirena- conjura un guardián mágico, el cual es la proyección de todos tus sentimientos felices- le mira desapareciendo el encantamiento- es duro al inicio por que debes tener en tu mente un momento que te haya echo feliz de verdad, pero con los años aprendes a conjurarlo, para los aurores nos es de mucha ayuda pues podemos enviar mensajes a través de largas distancias-

Da una ligera mordida y mira su varita. Cuando la consiguió fue demasiado gracioso. Fue después de despertar de su sueño agotador. Vitaly le llevo a lo que se conoce como callejón mágico, un pequeño pueblo oculto de los demás donde vendían de todo un poco, cuando llegaron donde el vendedor fue toda una lucha encontrar su varita, incluso en sus primeros días se sentía extraño con esa varita, pero con el pasar del tiempo se acostumbró.

-nos quedan solo 3 días más aquí dentro, eso quiere decir que tenemos 5 meses y una semana mas o menos para prepararte para tus exámenes y tu presentación, contacte con los Malfoy en Londres, desean conocerte y te invitaron a la fiesta de cumpleaños de tu sobrino... o algo así- le pasa la carta de Narcisa- ella es como tu tía política, no me preguntes de lazos familiares ragazzo, con los míos me basta para enredarme- le comenta con gracia sacando una risa del joven

-la leeré y me gustaría responderle adecuadamente- se pone de pie- pero primero terminemos las clases que faltan- comento apartando de su rostro unos mechones de cabello, al liberarse su núcleo mágico su apariencia cambio un poco, si bien tenia aun su cuerpo post suero, ahora el cabello rubio era algo más claro y ligeramente largo, no tenia barba y sus ojos brillaban con mas intensidad.