Capítulo 3

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(Este capítulo contiene lenguaje no apto para personas sensibles, así que si lo eres no lo leas o hazlo bajo tu propia responsabilidad. No te perderás de mucho si no lo lees)

«Nick»

Domingo catorce de abril, 2019
El amor. El amor es el mejor sentimiento que alguna persona pudiera experimentar en toda su vida, o al menos eso he oído. El amor puede resultar ser doloroso si no expresas tus sentimientos como deberías.
Me pregunto qué se siente poder sentirlo, yo nunca lo haré, pienso que es una total pérdida de tiempo, además yo estoy mejor así. Sin nadie quien me quiera y sin yo querer a nadie, supongo que así ha sido siempre y no pienso cambiar de opinión pronto.
Solo he amado a una persona en toda mi vida, pero no era una persona cualquiera; era mi padre.
Si me enamorara todo lo que he hecho hasta ahora se tiraría por la borda, todas las cosas malas que he hecho, mi reputación, se perderían; y no estoy listo para eso.

- Walker, ¿vamos a la fiesta de los Raymonds? -James me saca de mis pensamientos y me vuelvo a centrar en la calle.

- ¿Otra vez? Acabamos de ir a una pinche fiesta el viernes.

- Vamos, sé que te encantan. Habrá alcohol y chicas.

- Sabes que tengo problemas con el alcohol, no debería tomar -y no debería, pero lo hago. Soy un maldito desastre.

- Sé que no deberías tomar, pero de todas maneras lo haces -no respondo. Entonces no tomes nada. Pero habrán muchas chicas y seguro te cogeras a una -con eso me convence.

James es mi "amigo" desde mi segundo año en la preparatoria; repetí segundo por bruto, entonces soy el más grande de toda la generación, todos tienen diecisiete o dieciocho en cuanto a mi yo tengo diecinueve años.
Sé que James se junta conmigo solo por conveniencia, por tener a varias chicas detrás de él y por cuando está conmigo en la escuela todos lo ven como si fuera superior, de todos modos me vale una mierda, al menos tengo a alguien con quien divertirme.

- Esta bien, vamos -doy vuelta en una calle y comienzo a manejar hacia la casa de los Raymonds.


Dejo el auto sobre el césped del gran jardín de los Raymonds, se que odian que haga eso y por eso siempre que vengo me estaciono en el mismo lugar.
Mi auto es un BMW negro y lo trato como si fuera mi hijo; nadie se acerca o lo toca sin que yo esté cerca, es una regla y pobre del que la rompa.

La casa está tan llena que la gente ya casi no cabe en ella y salen al jardín.
Entro a la fuerza y empujo a quien sea que se meta en mi camino, la maldita casa huele a marihuana; en esta casa siempre hay fiestas, ¿acaso los papás nunca están o qué demonios?
Hay chicos tomando cerveza de un barril mientras están de cabeza; una chica me grita para que me acerque y lo haga, claro que voy y lo hago.
Aparto a quien sea que esté tomando y me paro de manos sobre el barril. Se siente tan bien como la cerveza pasa por mi garganta.
Mientras lo hago escucho como todos gritan una y otra vez la misma palabra: Shot!

Me bajo y todos me dan palmadas en la espalda como si hubiera hecho algo genial e imposible; vamos, solo tome cerveza de un barril.

Quiero ir a la cocina pero parece ser imposible con tanta gente aquí. Gruño y empujó a todos de nuevo mientras me abro paso a la cocina.
Cruzo finalmente la pequeña puerta de madera y me recargo en el lavabo. Creo que necesito un trago, solo uno, no mas o las cosas se pondrán feas. Tomo un vaso rojo de una gran torre y me sirvo de la primer botella que veo, vodka. Me llevo el vaso directamente a la boca y me trago el líquido más rápido de lo que pretendía y siento el ardor del vodka pasar por mi garganta.

-     Walker, ¿qué haces aquí? ¿Acaso te invito mi hermano? -se ríe.
Esa risa. Que sonido más horrible.

-      Vine por mi cuenta, no necesito que alguien me invite para venir. Yo hago lo que quiero, Zack.

-       Está bien -toma un vaso de la gran torre- viniste para cogerte a alguien, cierto?

Me mira de reojo y se sirve vodka.

-       Sí, a tu puta hermana.

Me río de mi mismo. Nunca me acostaría con la hermana Raymond; tiene solo dieciséis años y aunque esté buena no lo haría, no me acuesto con menores.

-     ¿Qué acabas de decir? - se pone rojo del enojo. Como me encanta hacerlo enojar.

-      Ya, cálmate. Nunca me acostaría con ella. Buen cuerpo y todo pero no lo haría, no es mi tipo.

Se acerca y me toma del cuello de la camisa.

-    No vuelvas a decir algo así, o te mato -me amenaza. Como si me intimidara este maldito, soy más fuerte que él.

-    Bien -le sonrió maliciosamente y se aparta.

-      Disfruta de la fiesta, Walker -y con eso sale de la cocina.

No creo que un trago más haga daño.
Me sirvo más hasta que lanzo el vaso a la pared y comienzo a tomar directamente de la botella, la familia Raymonds tiene mucho dinero, no creo que les vaya a importar que me acabe su vodka. Cuando me emborracho pierdo el control y a veces hago cosas que no quiero, bueno, eso le pasa a todo el mundo. Mierda por esto no quería venir a la fiesta.

Escucho como alguien abre la puerta y entra, el sonido de unos odiosos tacones se acerca por detrás de mí y alguien me toma del cabello.

- Sabes Walker, me gusta tu cabello -enrolla uno de sus dedos en mi pelo y me da un jalón.

Se quien es al instante, reconocería esa horrible voz donde sea; Jade Smith, la sexi zorra de la escuela.

- ¿Qué quieres ahora Jade, que te coja? Porque lo hago con gusto, cuando quieras y donde quieras.

Las palabras salen de mi boca antes de que pueda procesarlas, eso es lo qué pasa cuando tomo demasiado.

- Walker que sucia boca tienes -pasa sus manos por mis brazos y no siento absolutamente nada, ni una emoción, tan solo sus rasposos y fríos dedos subir y bajar. Solo me dan ganas de cogerme a quien sea; que ganas tengo de arrancarle este vestido ahora mismo, de todos modos no le cubre casi nada - estás borracho... claro que quiero.

Creo que siempre que tengo relaciones nunca siento nada más que alivio; alivio por tener a alguien alrededor de mi, eso es todo.

Me jala fuera de la cocina y yo doy otro trago a la botella. Camina desesperada por entre la gente y encuentra a... una chica, no me se el nombre de casi nadie.

- Tu, donde hay una habitación? -Jade se para frente a la chica y le pone una mano en el hombro. Que desesperada.

- Supongo que hay una arriba, no lo sé, búscala tú. Tu eres la que quiere coger. -quita la mano de Jade de su hombro - por cierto, yo tengo nombre zorra, soy Maddie. No me vuelvas a tocar con tus sucias manos, entiendes?

Se da la vuelta y se va a quien sabe donde; ja, me agrada esta chica.

- Parece que tengo que hacer todo yo sola.

- Volvamos... -me arde la garganta y tengo los ojos rojos- volvamos a la cocina, no tengo problema con hacerlo ahí.

Me sonríe con malicia y me lleva a rastras a la cocina. Cierra la puerta pero no con llave, supongo que no le importa que alguien nos atrape; por eso es la zorra de la escuela.

Se acerca a mi y me saca la camisa desesperadamente. La tomo por la cabeza, la acercó a mí y le arrancó el vestido de un jalón dejándola tan solo con ropa interior.

- Oye, ahora tendré que estar por la fiesta en ropa interior -gruñe.

- Como si eso te importara. Si no cierras tu maldita boca me largo.

Se calla y acerca su boca a la mía; igual que antes, no siento nada. Solo siento su secos labios sobre los míos, se siente demasiado desagradable. No siento nada, ni un sentimiento, así es y así será siempre.

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Nota de autora: Vota si crees que Nicholas esta loco. En realidad disfrute escribiendo este capítulo, habrá más de esto en la historia.
Espero sigan leyendo!

Los quiero lectores!

- K.N

Poles Apart (Polos Opuestos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora